2009-06-12

Hombres y fieras

"El rinoceronte. ... es sumamente irritable y peligroso su encuentro, por la fuerza de su embestida..."

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"Gorila en intento de fuga. ... habita los profundos bosques de la Guinea. Tiene fuerza extraordinaria y llega a pesar más de doscientos kilos..."


"Lucha con el oso pardo"


"Al acecho de las caravanas. El león de Berbería acostumbra a seguir a las tribus nómadas, de cuyos ganados se alimenta..."


"El asalto de la pantera"


"Un leopardo escondido. ... su andar es tan cauteloso que la presa no tiene tiempo de huir y perece en las garras de la fiera".


"Caza del hipopótamo. ... los indígenas les dan caza unas veces con arpones y otras con trampas que ponen en su camino."


"El ágamo y la cobra" ... el ágamo pertenece al género de los saurios, y vive en las estepas de Rusia y principalmente en África, cerca de los lugares habitados por el hombre..."


"Lobos hambrientos en Rusia. ...se les coge con trampas y cepos, y también con carne envenenada."

"Surge el oso gris"


"Ardid de caza. ... los indígenas para cazarla llevan un trapo para que lo muerda el reptil y aprovechan ese momento para matarla."

"La risa de la hiena. ... animal vil y cobarde, su caza es muy escasa debido al terror supersticioso que infunde a los indígenas. Se alimenta de carroña y carnes descompuestas"
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El Zoológico Negro del Abuelito presenta...
HOMBRES Y FIERAS
Un album del gran Gutmaga para la Editorial Vasco Americana, 1963

No siempre anduvieron detrás de los animales una recua de ecologistas, como pasa ahora. Hasta hace bien poco, de las fieras no podía esperarse sino mordisco traidor y garra degolladora; en consecuencia, su caza constituía espectáculo que devino en género. Tanto en el pulp como en el cine, el tebeo o el cromo. Hoy felizmente extinguidas, el miedo a las bestias se sirve desde la televisión en forma de mala conciencia, únicamente.

Manuel Gutiérrez Garulo "Gutmaga", el maestro del pop ilustrador de libros y cromos de quien ya les hablé aquí , es el autor de este prodigioso album, lección de darwinismo práctico variada y contundente. Puñetazos de colores de cuando la sangre era roja de puro sincera. Como la poesía que destilan los textos que les acompañan, descarnada y sabia.

11 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

Que gracia me hacen estas cosas de carton-piedra,seguramente ni los que escribian los textos ni los dibujantes viajaron nunca a esos sitios,como los primeros flins del Tarzan que se hacian en estudio y metian por medio imagenes de archivo.

El Abuelito dijo...

Sí, la jungla artificial, no lo dude, es sin excepción muy superior estéticamente a la real, amigo angelpito.

Anónimo dijo...

Este espacio deberia considerarse de culto.Genial aporte una vez mas.

Igor Von Slaughterstein dijo...

Nunca los bichos estos dieron tanto miedo, pardiez!!

Saludos.

Vincenzo Insano dijo...

¡¡¡Excepcional, señor Abuelito!!!...lástima que se olvidaran del cromo en el circo romano, a lo "El Defensor de la Cruz" del divino Gago...aunque no viniera a cuento.

Unknown dijo...

Animales salvajes que no dudan en hacer pupa y sangre.¡¡Qué ingénua sinceridad la de antes!!.

Ordel dijo...

Yo me quedo con el gorila de la Guinea, pero solo si se trata de la Guinea española, siento gran afecto por ese pais y sus mujeres.

corsariosinrostro dijo...

Aquí sólo faltan Morcillón y Babalí como contraste festivo cómico a esta exhuberante feria selvática coloreada.

PAblo dijo...

Qué cromos más bonitos. Ya no se hacen estas cosas empeñados en sacar colecciones de jugadores de fútbol...

Impacentes Saludos.

El Abuelito dijo...

Señor Corsario, si se fija bien verá que acechando al rinoceronte hay dos figuras que bien pudieran ser Eustaquio Morcillón y el bueno de Babalí...

corsariosinrostro dijo...

¡Anda, pues es verdad! No obstante, percibo a Morcillón un tanto desmejorado, con bastantes kilillos menos y a Babalí más crecidito que de costumbre.El prototípo de explorador con negrito es totalmente inherente a las escenas selváticas de cazadores. Es un tópico ahora mismo no muy políticamente correcto pero constituye la estampa de la visión de África que tradicionalmente siempre hemos conocido.