2012-02-29

Pequeño Pantera en la Selva del Terror

Nuestra famosa serie Tarzánidos Españoles presenta hoy al más grande nieto de Edgar Rice Burroughs
PEQUEÑO PANTERA NEGRA


Antes que el hijo, claro está, fue el padre. Pantera Negra es un joven extraviado en la jungla africana, recogido en 1956, ya adolescente, por unos grandes monos que le enseñan todas las mañas que la selvática existencia requiere. Desde las aeronaves de la legendaria editorial Maga vino a caer en los bosques de la mano del guionista Pedro Quesada y del dibujante José Ortiz, quien no tardó en ser sustituido por el más vital y dinámico Miguel Quesada. Bajo el padrinazgo de estos dos hermanos vivió el más popular de los Tárzánidos Ibéricos sus días de mayor y perdurable gloria.



Tras una primera encarnación el héroe adulto fue cediendo paso a su hijo, bautizado Jorge como él y conocido en toda el África del Misterio como Pequeño Pantera Negra. Su fama superaría con creces la del padre y le convertiría en el más célebre español que ha frecuentado las junglas del primigenio Edgar Rice Burroughs. Lo hizo desde 1958 hasta mediados los sesenta, llenando los kioscos carpetovetónicos de gorilas gigantes, vampiros humanos, negros caníbales, arañas colosales, fieras de toda laya. Ya saben, la cotidianeidad de cualquier tarzánido que se precie.






Es el África de Pequeño Pantera territorio soñado, paraíso de aventura de tintes oníricos donde como en el Tarzán original todo mundo fantástico encuentra asiento. Civilizaciones perdidas de guerreros medievales, seres futuristas de platillo volante, hombres avispa, demonios con cuerno y rabo, monos blancos, trogloditas, gigantes, dinosaurios o antiguos romanos acechan tras cada selvático recoveco. Rebosando vida, inquietos, siempre dispuestos a irrumpir desde el papel en la mente del fascinado lector. Universo libre y gozoso, respetuoso con todos y cada uno de los lugares comunes del género, cartografiado con precisión por los jóvenes hermanos Quesada. Remedio del sueño, la más eficaz e imperecedera medicina que cabe catar en esta tierra...

2012-02-24

Zoo in Budapest


ZOO IN BUDAPEST
Director: Rowland V. Lee. Con Gene Raymond, Loretta Young, O. P. Heggie y decenas de fieras y animales. USA, 1933
Muchas películas han desfilado por aquí -ustedes saben de mi debilidad por ellas- rodadas en jardines más o menos asilvestrados que invariablemente intentan hacerse pasar por auténticas selvas vírgenes; tal es el hábitat natural de todo tarzánido que en el celuloide ha sido. Lo que resulta mucho más insólito es que como sucede en este filme el espectador vea en efecto una inacabable selva donde el realizador nos muestra, sin esconderlo, un zoológico de verdad.
Y es que Zoo in Budapest es obra singular donde nada es lo que parece, rara perla en la que la realidad adquiere por obra y gracia de una dirección extraña y una fotografía prodigiosa, una dimensión fantástica nunca expresa pero así sentida desde un principio. No en vano su responsable es Rowland V. Lee, a quien todos debemos agradecer perlas del calibre de la expresionista Son of Frankenstein, la macabra la Torre de Londres o esas apoteosis de la aventura decimonónica que son El Conde de Montecristo y El hijo de Montecristo.

Toda la acción transcurre en un zoo donde reside acogido Zani, mocetón atlético que nunca ha traspasado las barreras del jardín, donde se encontrará con la virginal Loretta Young, una huérfana escapada del Hospicio para evitar ser vendida, y con un niño perdido aterrorizado ante la llegada de la noche. Sin que nadie nos lo diga, comprendemos en seguida que el zoo es el Otro Mundo, realidad paralela a salvo de las amenazas de esta sociedad civilizada y hostil donde nos ha tocado vivir.

Lo salvaje, lo irracional, lo fantástico como oposición a lo cotidiano. Animales, sombras, artificiales lagunas, escenarios trascendidos que trasmiten cualidades poéticas de alto nivel como raras veces el ojo del cine es capaz de dar: si acaso en algunos títulos de Renoir, Ptshuko, Murnau o aquellas secuencias de la huída río adelante de la prodigiosa La Noche del Cazador. Magia al alcance de solo unos pocos.
Magia, digo, que no desdeña la acción, como manda su calidad de producto menor de un gran estudio: perseguido por multitudes con antorchas, como corresponde a su calidad de criatura de la Otredad; mutado finalmente en doméstico Tarzán, Zani alcanzará la redención al salvar de las fieras al extraviado niño, en secuencias visualmente poderosas donde elefantes, felinos y antropoides se dedican a destrozar cuanta jaula y barrote se les ponga por delante. Lo que no es de extrañar, siendo como es este filme sencillo e insólito canto puro, en las antípodas de cualquier cursilería, a la libertad y el goce de vivir, pese a quien pese...

2012-02-21

Grandes fracasos de la Humanidad -1

EL BATACAZO DEL HOMBRE PÁJARO 
Ustedes, que son gente experimentada, ya lo saben de sobras: el fracaso acompaña una buena parte, si no todas en cierta manera, de las iniciativas que una y otra vez preparamos para intentar contra toda probabilidad hacer que perdure nuestra huella en este mundo. No podría ser de otro modo dada la desproporción entre nuestros sueños de ángeles y nuestra naturaleza de insectos.

Pues bien, tamaña lección, la más proscrita e incorrecta en la actualidad, se proporcionó abundante y sincera a los infantes de mediado el pasado siglo. Como muestra valgan estas imágenes (a las que seguirán otras, porque esta de los Fiascos Célebres inaugura nueva sección desvanesca) procedentes de un álbum de cromos editado por la fértil Vasco Americana a finales de los años cincuenta bajo el equívoco título de Hazañas Sensacionales. Insólita recopilación de proezas absurdas coronadas por estrepitosas derrotas. ¿Cabe imaginar producto más adecuado para regalar a un niño?

Podrán aquí conocer la odisea ejemplar del Hombre Pájaro y el no menos espectacular batacazo en que fueron a culminar sus aspiraciones. Está mostrado en secuencias de gran belleza cuya autoría es anónima, metáfora prístina en la que con un poco de honradez cualquiera de nosotros puede reconocerse sin dificultad. Y más en tiempos de traición y vergüenza como los que ahora nos toca vivir...

                                                                                                                           (Continuará)

2012-02-16

El Hombre Invisible contra los Nazis

INVISIBLE AGENT
Director: Edwin L. Marin. Con Jon Hall, Ilona Massey, Peter Lorre, Sir Cedric Hardwike. USA, 1942

Ya se acordarán ustedes que cuando aquello de la Segunda Guerra Mundial los personajes de ficción se pusieron a dar coscorrones a nazis y japoneses de los que incordiaban a sus públicos. El Hombre Enmascarado perseguía nipones por sus junglas, Tarzán enfrentaba en celuloide invasores germanos, Flash Gordon combatía futuristas fuerzas del Eje y hasta el Príncipe Valiente derrotaba a los hunos venidos de tierras bárbaras. Hoy que los alemanes son por fin dueños de Europa ya no tenemos héroes que vayan a la lucha: solo cabe apechugar con sus económicos varapalos como si de órdenes del mismísimo Führer se tratasen.
Se ve que en 1942 el talante era muy otro. Recién entrados los Estados Unidos en el lío, Hollywood puso a sus criaturas al servicio del ejército. Los monstruos del Sacro Panteón de la Universal poco podían en este sentido hacer: cuesta imaginar a Frankenstein, Drácula o el Hombre Lobo comportándose con el ápice de sentido común que el combate militar exige. Mas no todo iba a ser reposo: el Hombre Invisible, más cabal que sus compadres, allá que marchó a lucir el uniforme haciendo de agente secreto en la cuarta de las secuelas del filme de Whale.
Es este Invisible agent pura pirueta pulp, descenso de los altares de lo extraordinario a las llanuras de la acción pura. De la mano del guionista San Curt Siodmak, el de El Hombre Lobo, Frankenstein meets the Wolfman, La bestia con cinco dedos, La mujer y el monstruo, La novia del gorila, Tarzán y la fuente mágica, Curucú la bestia del Amazonas y diez mil glorias más del fantástico y la serie B, el nieto del Hombre Invisible original es lanzado sobre Alemania en misión secreta. Ha de contactar con Ilona Massey, agente británica que frecuenta la compañía de jerarcas nazis de bigotillo ridículo, rescatarla y llevarla de vuelta a la Gran Bretaña. Lo que se sigue es historia trepidante y hasta jocosa, entre germanos tontorrones y lúbricos, persecuciones, combates y delirantes efectos especiales del mago John P. Fulton, que una vez más pone al Invisible a fumar, comer o quitarse las ropas, esas cosas que los fans siempre aplaudimos a rabiar.

Dos malvados de quitar el hipo son los encargados de chinchar al héroe Jon Hall y aportar el imprescindible toque siniestro: Pedro Lorre el grande, haciendo como siempre el perturbado, sádico aristócrata japonés compinchado con Sir Cedric Hawdike, uno de los villanos con más clase que han dado las prolíficas Islas Británicas, (papá por cierto del actor que hiciese de Watson en la serie de Sherlock Holmes de Jeremy Brett), que hace aquí de jefazo de la Gestapo con su eterna mueca de superioridad y asco asomando en el pétreo rostro.
A mí, ya lo saben, todas estas secuelas de los grandes títulos de la Universal, pobres, carentes de la grandeza poética de las primigenias, sin pretensiones, medio locas, bien hilvanadas y contadas con alegría son algo que me hace perder el oremus, por muy mala fama que gocen en las historias oficiales del género, por eso procuro no perderme ni una. Que desdeñar el placer ha sido siempre el más imperdonable de todos los pecados.     

2012-02-13

¡¡El regalo del Futuro para disfrutar HOY MISMO!!

                                                            

Todos los años por estas fechas se lo digo y este no va a ser excepción: Cinefanía (http://www.cinefania.com/) , que todos ustedes debieran conocer, es la página en castellano más rica y completa de cine fantástico y loco que existe en el universo. Un servidor se honra en colaborar mes a mes en su boletín internaútico.

Pues bien, de la mano de su mentor el erudito bonaerense Darío Lavia, Cinefanía publica cada año un Libro de Oro, repleto de artículos inéditos de los que nos gustan a nosotros.

Recordarán los más avispados entregas anteriores, dedicadas al cine criminal y al cine de miedo en general. Sin ir más lejos, se lo dije AQUÍ y AQUÍ. Repasen si quieren y lo verán!!
Este año el volumen, un auténtico dechado de erudición y divertimento, se dedica nada menos que al cine de Ciencia Ficción, el futuro, el espacio, los platillos volantes, las pin ups de las galaxias y las máquinas parlantes. ¡¡Una gozada!!

Y no quieran saber el sumario, que es de quitar el hipo: informes exhaustivos sobre el Weird Western; otro acerca de los filmes mexicanos del género, con charros que tripulan aeronaves; un Diccionario de términos completísimo que no se lo salta un torero; un repaso a la historia de la SF de la mano de los más reputados críticos, adictos y vividores en general que seleccionan sus películas favoritas; la crónica del cine polaco del espacio, que no se crean que es poco ni malo sino todo lo contrario... ¡¡y un artículo megalítico de quien les habla, en torno a los filmes mudos de ciencia ficción, paseo delirante más allá de las conocidas calles de Metrópolis!!

¿Qué tengo que hacer para obtener tan bonito regalo? ¿Me va a costar mucho, con lo mal que está la cosa?... se estarán preguntando todos ustedes...
¡¡¡Pues como toda la cultura buena de verdad, está hecha por gente de lo más altruista, y es GRATIS TOTAL!!

No tienen más que pinchar este enlace: www.cinefania.com/book y seguir las sencillas instrucciones para descargar en sus domicilios tamaño dispendio de sabiduría. ¡Háganlo, lean y piensen, demonios, que para eso nos esforzamos los que en torno a Cinefanía militamos y padecemos! ¡¡NO SE ARREPENTIRÁN!!  

2012-02-06

Raffles el apócrifo

EL REY DE LOS LADRONES

No sé hasta qué punto Sir Arturo Conan Doyle se llevaría bien con uno de los cuñados que en suerte le tocaron, don Ernesto Guillermo Hornung, siendo como es esto de la parentela política asunto siempre peliagudo. Quiero pensar que banquetes y celebraciones familiares estuvieron en su caso amenizados por la rivalidad literaria a que sus personajes les condujeron: Monarca de Detectives uno, Rey de  Ladrones el otro. 
Aún cuando la fortuna de Raffles, el ladrón de guante blanco creado por Hornung, nunca llegó a alcanzar la del inmortal Holmes, grande fue también su fama. Como Holmes, tuvo Raffles nutrida prole, con el francés Arsenio Lupin como su más distinguido descendiente; como sucediese con el inquilino de Baker Street, no faltó quien tomase su nombre y le pusiera a correr aventuras apócrifas. En concreto los mismos avispados teutones que ya hicieran lo propio con la criatura de Doyle, tal como les conté ya AQUÍ. Vayan y repasen los datos...   

Obligado el astuto editor alemán a cambiar el nombre de su personaje, pronto pasó éste a llamarse Lord Lister, conociendo con este nombre inmensa fortuna desde que en 1908 apareciese por vez primera. Aquí los fascículos fueron editados hacia el final de la Primera Gran Guerra por la casa de folletines F. Granada & Cía., con las mismas cubiertas geniales y anónimas de la edición original. Imágenes que como muy pocas conservan congelado todo el sabor fuerte y delicioso de lo que hoy llamamos folletinesco.  

Digan si no en qué otro medio se puede encontrar semejante despliegue de escenas extraordinarias con un tratamiento plástico, gran paradoja, tan canónicamente clásico. Hombres cuyo suelo cede bajo sus pies, cometas que surcan la noche, espiritistas que hacen llover flores del cielo, catacumbas repletas de esqueletos, enanos que aparecen desde el plano astral, enmascarados que saludan a lomos de elefante, mujeres aterradas, hasta sacerdotes del Sol intentando llevar a cabo sus inmundos sacrificios. Toda una cara oculta del buen orden burgués que en su extravagancia estas portadas dinamitan; estética del reverso de un mundo rígido e ilusorio condenado a perecer bajo los lodos de Verdún...