2008-04-28

Nostalgias del Capital


LOS HÉROES DE NUESTRO TIEMPO

Hartos de cow-boys, de piratas, de enmascarados y de exploradores, los escritores de Gato Negro (como se llamaba Bruguera antes de la Guerra) han decidido ofrecernos este verdadero muestrario de los Héroes de Nuestro Tiempo.

Una colección de folletines de los treinta dedicada a glosar las virtudes y proezas del Capital y sus más significados paladines. Ahí los tienen, extraños y como congelados, otorgándonos sus lecciones bajo el tentador título interrogativo ¿Quiere V. ser millonario? Banqueros, traficantes de armas, capitostes del petróleo y otras gentes de Orden señalando la meta de nuestras vidas.

Con ellos, sus iconos: sacos de dinero, libros de contabilidad, fábricas e industrias, ejecutivos frente al télex. Hasta un cañón bien lustroso con su munición, como resumiendo a todos los demás en poderosa metáfora.

(Autores desconocidos. Publicados en 1934 por Gato Negro. Estas son todas las portadas de la colección).

2008-04-27

Village of the giants

VILLAGE OF THE GIANTS
Director: Bert I. Gordon. Con Tommy Kirk, Beau Bridges, Charla Doherty, Toni Basil y los Beau Brummels. USA, 1965

¡Arrea, que me enterado que estamos en 1965, y que Berto Gordon, nada menos,
se ha hecho todo un psicodélico!
Cómo no creer tales rumores después de ver esta incursión en el gigantismo -ya sabemos que la alteración de los tamaños es la especialidad del señor Gordon-, una historia de ye-yés descerebrados que nada más que piensan en bailar rock n´roll y ritmos modernos de ahora haciendo el tonto todo el tiempo, y que encima osa tomar el nombre de H. G. Wells en vano!

Menudo artefacto pop. Teenagers gigantes que se rebelan contra los adultos en una pequeña ciudad del Medio Oeste, y se dedican a chinchar al personal, pasarse de chulos con el sheriff y sobre todo a danzar en las calles asustando al pueblo entero. Y todo como consecuencia de los experimentos que un niño sabio con gafas de pasta realiza en el garage de sus padres.

La verdad es que la historia no puede ser más tontorrona, lo que no queda mal dadas las intenciones intrascendentes de la peliculita. Claro que divertirá sólo a la gente joven, que a mí me parece más falta de respeto a las canas que cualquier otra cosa.

Pero en fin, escenas como la de los dos patos gigantes irrumpiendo en la pista de la boite para bailar popi ritmos, la de una mujer que pretende matar una colosal araña echándole DDT con un primitivo spray, o la de un pueblerino ávidamente agarrado al escote de una de las gigantas, son cosas dignas de verse. Suficiente para que toque una vez más alabar el desparpajo y la falta de vergüenza de Berto Gordon, incombustible hasta el fin con sus entrañables trucos de baratillo.

2008-04-25

Doctor X

DOCTOR X
Director: Michael Curtiz. Con Lionel Atwill, Fay Wray, Lee Tracy, Preston Foster. USA, 1932.

Basta el primer plano de la película, los brumosos muelles de una gran ciudad, para comprender de inmediato que la fortuna nos ha traído de nuevo ante el viejo cine de las sombras, el que se esculpe con luces y tinieblas, adornado aquí además por un precioso tono verdoso resultado del tímido sistema de color que con este Doctor X se ensayó por vez primera.

Varios elementos redimen un título que en los peores momentos se parece demasiado a un whodunit, ya saben, esas producciones en las que todo gira en torno a la pregunta de quién es el asesino, que a ser posible se encontrará en un gran caserón en medio de un grupo humano variopinto del que todos serán sospechosos. No suele faltar -aquí tampoco- el graciosillo sin gracia que tanto parecía gustar en Hollywood y que con su mala pata pretende rebajar la tensión nerviosa. Muy de moda en los treinta, el subgénero ha resistido mal el paso del tiempo, mal que me pese tener que reconocer fallo alguno en las entretelas del celuloide rancio.

Pero, ay, cómo voy a quejarme si el guión gira en torno a una serie de asesinatos rituales, con canibalismo incluido. Y con Lionel Atwill, un grande al que dedicaré cuantas reseñas hagan falta, haciendo de cirujano misterioso y papá de Fay Wray, además. Lo importante de Doctor X es su estética, con esa mansión gótica repleta de laboratorios y aparatos, cacharrería científica tan protagónica como los actores que proclama orgullosa una nueva era de cristal, acero y electricidad.

Marco estilizado y hermoso en el que ejerce sus maldades un monstruo (¡maravilla! ¡maravilla!) creado a partir de la carne sintética, malsano invento de uno de los varios sabios locos que aparecen en escena, y merced al cual este Doctor X se integra con todos los honores en el panteón glorioso del fantástico majareta, en uno de sus puestos más destacados.

Me voy a ver la otra de miedo que hizo Michael Curtiz con Lionel Atwill, Los crímenes del Museo de Cera. Y de complemento, The return of Doctor X, que me han dicho que no tiene nada que ver con esta, pero que sale Bogart haciendo de zombie. En seguida les contaré, estén atentos.

2008-04-23

Las glorias del folletín

CANIBALISMO INFANTIL Y OTRAS DELICIAS

Hoy es día de alegría, nietucos fieles!! Estreno de cabecera en el Desván, repleta de personajes ilustres, por cortesía de un grandísimo artista de estas cosas gráficas del arte mayor que me la ha regalado. Me tienen envidia, verdad?

Para celebrarlo, va una entrada de las gordas. Para los que se creían que el gore y el eurotrash y esas cosas que tanto les agradan eran inventos todos de ahora mismo.

Hala, tres folletines brutales, que aúnan salvajismo e infancia, hoy por hoy el mayor de los tabúes. Aterrorizar al lector ha sido siempre noble aspiración de la literatura popular, que siempre se agradece una buena dosis de morbo y miedo de papel.

La agresión directa al infante en Barrabás, Bimbo y Centella la editó Gato Negro hacia 1932 y la ilustró el grandioso Emilio Boix, de quien les hablaré otro día; el bebé arrojado al fuego es obra de Francisco Darnís, el dibujante de El Jabato, y pertenece a una reedición del folletín Dick Turpin, de Sopena, de los primeros años cuarenta.
La joya de hoy, Tom y Katty, es folletín de Gato Negro de los años veinte. Piquen encima y verán en detalle, tal como nos describe el texto, cómo... "los niños devoraron con fruición la carne del desgraciado marinero". Canibalismo para niños, ya les digo. Para que luego se piensen que estos de ahora son tiempos atrevidos. A ver quién tiene redaños de concebir una escena así. ¡¡Pandilla de pacatos!!

2008-04-21

El Día del Libro


Hala, para que luego digan que el Abuelito no vive al día en su época y como dios manda: hoy es el Día del Libro, y yo les animo a que lean todas las obras de la casa Gato Negro. Follletines de verdad, aptos a todo gusto y condición. A mí los que más me gustan son los de ladrones, los de saltimbanquis y los de exploradores. Hay para todos, asómbrense con la variedad de géneros, y piquen encima para poder verlo mejor, demonios!

2008-04-19

Roberto Alcázar vs. los Chinos


¡¡QUE VIVA ROBERTO ALCÁZAR!!

Sirva esta muestra gráfica del buen hacer del detective español y su amiguito Pedrín en pro de la causa de Occidente, para que puedan ustedes contemplar tanto las sopapinas con que despacha a los orientales como un buen montón de cosas más, al calor de estos tebeos humildes y gloriosos.

Hala, sáquense de una puñetera vez los prejuicios de encima, y respóndanme si son capaces a esta pregunta: Si gustan a rabiar de las películas de Santo, del eurotrash más abyecto, de las perlas del cine turco, de los bolsilibros más infectos... ¿por qué le niegan el pan y la sal a Roberto Alcázar, cuando es claramente nuestra más genuina aportación a la cultura bizarra universal?
Ah, ya ... que se creen que es facha, que sus papás se lo han dicho. Pues no. Roberto y Pedrín viven en el universo eterno del folletín más loco, perpetuamente imbuidos del mundo mental de los años veinte, muy por encima de consideraciones políticas propias de mentes inquisitoriales ávidas de represión.

Véanlo sino en esta primera entrega: la China comunista sencillamente no existe, ni Mao ni gaitas, Roberto y Pedrín combaten a los eternos Fu Manchuses, que lo otro son moderneces de las que ellos no entienden.
Y les anuncio desde aquí nueva sección del Desván dedicada a la reivindicación de nuestro paladín del trash nacional. Poco a poco les contaré de él; confórmense hoy con contemplar una selección al azar de sus enfrentamientos con el Peligro Amarillo.

Todas ellas, de entre 1941 y 1958, son obra del insigne Eduardo Vañó, un artista infravalorado, maestro del art brut sincero y apasionado, que proyecta sobre el mundo ficcional del folletín su mirada de creyente. Y no esperen refinamientos, que aquí estamos sumergidos en las puras entrañas del tebeo popular. Víscera y humores no aptos para pusilánimes ni amantes incondicionales de líneas claras y afeminamientos varios. Piquen encima y aprecien de cerca los mil detalles que nos regala el maestro.

¡¡ Y no se pierdan la próxima entrega: Roberto Alcázar vs. las mujeres!!

2008-04-17

Attack of the Puppet People

ATTACK OF THE PUPPET PEOPLE
Director: Bert I. Gordon. Con John Agar, June Kenney, John Hoyt, Jack Kosslyn. b/n, USA, 1958.

Ea, la verdad por delante: cuando el otro día supe que la iban a dar en la tele, pensé: "Hala, ya nos saldrá Don Humberto I. Gordon con sus gigantes y sus enanos, que para eso se ha pasado más de treinta años dedicado a alterar los tamaños de cuanta criatura ha podido y hacer luego con ello una película". Para algo es el responsable de Amazing colossal man, War of the colossal beasts, El imperio de las hormigas, The cyclops, Village of the Giants o las dos partes de El alimento de los dioses. Y vaya, no me engañaba. Sólo que aquí está Bert Gordon en estado puro, de gracia. Inconmensurable en sus manías y limitaciones, y más acertado que nunca.

El argumento, claro está, gira en torno a la reducción de personas. Un fabricante de muñecas -más bien un artesano del gremio- triste y solitario se dedica a encoger seres humanos al tamaño de una Barbie, en su paupérrimo laboratorio de Manhattan.
Es persona muy amable y amiga de los niños, un ser bondadoso con este único vicio, que dicho sea de paso, ejerce sin ton ni son ni sacar aparentemente beneficio material alguno. Saca a los muñecos de su letargo inducido, los pone a bailar rock n´roll, a beber mini botellas de champagne, a vestirse de etiqueta... hay que decir que la mayoría de reducidos aceptan con mucho agrado esta vida, entre lo vegetativo y lo lúdico, y se lo pasan la mar de bien (como en el mundo real, vamos). Hasta que le dé por empequeñecer a las personas equivocadas, que le saldrán respondonas y alterarán las constantes de su querido universo cuasi intrauterino.

Un modelo de serie B, con sus buenas dosis de locura, bien narrado, coherente y si me apuran, hasta comedido y todo. Qué contento estoy, que por fin puedo poner a mi querido Humberto Gordon entre los grandes de esta casa. ¡Viva!

2008-04-16

Visitantes ectoplásmicos


¡TIEMBLEN, DESCREÍDOS!

¡Ay, este desván da cada susto! Abro un cajón, miro unas viejas fotos, y el inveterado ateísmo arraigado hace decenios en este anciano sufre un revolcón y se estremece hasta los tuétanos. ¡Que no me vean ustedes en misa la próxima fiesta de guardar, besando la mano untuosa y blanquecina del señor diácono!

Y es que ante pruebas tan incontrovertibles de la existencia del Más Allá, y de las visitas que los espíritus hacen a nuestro mundo, no puede uno sino convencerse de la veracidad de estas imágenes y echarse a temblar.

Menuda gracia, si te aparecen una calavera y una mano flotando junto al sillón preferido; o si al asomarse a ver como duerme su inocente retoño, advierten una figura de dudosa solidez flotando sobre su cunita; o si cuando ustedes, que no yo, marchan por la calle derechitos al trabajo su camino es estorbado por una aparición en bicicleta tan horrenda como esta que les muestro, y que es la única imagen entre todas que no pertenece a la Inglaterra victoriana, época tan pródiga en visitas ectoplásmicas.

Reflexionen pues ante estas fotos, que tienen más enjundia de la que parece. Y si me vuelvo a encontrar con fantasmas semejantes, ya procuraré enseñárselos, para su educación y su escarmiento!!

2008-04-13

La dama vampiro


ONNA KYUKETSUKI
Director: Nobuo Nakagawa. Con Shigeru Amachi, Yoko Mihara, Junko Ikeuchi, Keinosuke Wada. En blanco y negro. Japón, 1959

Misteriosa es la geografía del fantástico, y por una vez, mira por dónde, resulta que el Japón se encuentra al ladito, al ladito de México. Acabo de ver una película nipona del 59, La Dama vampiro, una historia loca de no muertos que comparte con las producciones charras la fascinación por los mitos y los modos del cine de la Universal, con su iconografía clásica y su gusto por las sombras; y como las mejicanas mezcla sin pudor horrores autóctonos con cuanto lugar común del género se le ponga a tiro.

Afortunada-mente también comparte con los mad mex un nulo respeto por las convenciones establecidas y un fortísimo gusto por lo bizarro.
En argumento misterioso que poco a poco va subiendo en demencia, se cuenta del regreso al hogar de la dama del título, desaparecida durante veinte años. El vampiro sin embargo no es ella, sino un elegante joven de vida eterna que la tenía secuestrada, y que las noches en que hay luna llena luce colmillos y sed de sangre.
Es un vampiro muy cool, con gafas de sol y traje negro mod. Vive de día, tiene un ayudante enano muy amigo de la gresca, mora en una cueva encantada y usa como amuletos malignos crucifijos de oro con los que convierte en estatuas vivientes a las mozas que le dan algún disgusto. Menos mal que la policía termina por abatirlo en una enloquecida secuencia de ataque a su fortaleza(?). Que viva el bizarro nipón, caramba.