JESÚS SERRANO
Es más que posible que el nombre de Jesús Serrano les diga así de buenas a primeras más bien poco, y sin embargo, cuántos de ustedes no habrán quedado alguna vez absortos ante sus obras. Fue don Jesús el ilustrador de gran parte de los cromos que la prolífica Editorial Maga editase en los sesenta y setenta, ventana al universo donde en chillones colorines se mostraban sus infinitas facetas.
Dibujante realista, esforzado autodidacta y cocinero antes que fraile, previamente a su consagración al cromo se responsabilizó de algunos seriales de aventuras. Y no de los más desdeñables, desde luego. Oriundo de Larache y residente en Valencia, sus historietas son contadas. Las más importantes las facturó para Maga cuando el formato cuaderno comenzaba lento declive.
Entre ellas mi favorita es sin duda esta saga de 1961, El Duende, superhombre ibérico donde los haya, tenido por inmortal por sus enemigos, habitante solitario de un castillo tenebroso, poseedor de una máquina capaz de curar al instante cualquier herida y de un chaleco antibalas que le permite reírse de cuanta pistola y metralleta se cruce en su camino. Su estirpe es la del genuino superhombre, tanto al menos como lo permiten las hispánicas viñetas.
Y es que todo superhéroe ibérico parece serlo un poco a medias, mucho más en deuda con cuanto personaje pulp ha sido que con sus empijamados colegas americanos. Como confirmándolo, combate El Duende con saña durante más de la mitad de su vida a un émulo de Fu Manchú llamado Chug Lang, que en la mejor tradición del género proclama a voces cada dos por tres su voluntad de convertirse en el amo del mundo. Un pirata de ultratumba, un submarino atómico terrorista y un falso rajá que pretende el trono del Preste Juan completan el grupo de sus enemigos.
Festín de colorines contado a ritmo endiablado, asoman por la serie yetis en calzoncillos, yogis con poderes, pulpos gigantes, momias redivivas, mujeres en peligro y otros delirios pop de los que tanto se aman en esta casa. Serrano plasma hábilmente el aire frenético y un tanto enloquecido que el tema requiere, lejos, eso sí, de la espectacular modernidad de los genuinos personajes made in USA. Hijo del subdesarrollo como nosotros mismos, ¿cómo no iba El Duende a gozar de un lugar privilegiado entre nuestros amores de a peseta?
19 comentarios:
Para componer un superhéroe de tebeo apaisado hispano es menester:
- Una persona de sexo masculino.
- Con cabellera rubia.
- Con el torso desnudo o leve camiseta sin mangas.
- Dotarle de una capa, aunque esto no es imprescindible si no salta o vuela.
- Guantes.
- Una máscara o, al menos, un antifaz. El antifaz lo usaron muchos héroes nacionales y extranjeros, desde la antigua Roma, pasando por la Edad Media, la era de los espadachines con sombrero de plumas, hasta llegar a la era contemporánea y por supuesto el futuro.
Este Duende reúne muchos de estos requisitos, y además está bien dibujado. Si además aparece un monstruo gigante. mejor que mejor.
Agradecido una vez más, Abuelo.
Tiene duende, ¡sin lugar a dudas!
...Y si es posible, don Alfonso, completar el conjunto con:
-un ayudante, que puede ser niño o animal, como en este caso;
-y una novia guapa y también rubia, dispuesta a dejarse raptar y a vivir la misma vida que el héroe pero sin sus atributos.
Y en efecto, el antifaz es la más querida prenda de los héroes hispanos de toda era...
Y hay que velar por el decoro: ese yeti en calzoncillos! abominable pero decente!
GENIAL, Abuelito! Que buenos ratos con el Duende! Que buen dibujo!
Viva los enmascarado ibéricos!!!
X)
Increíble la entrada y la recopilación de portadas, un trabajo excelente, as usual. El Duende es también mi favorito de Editorial Maga, gracias por este regalo. ;)
Hasta ahí podíamos llegar, señor Rancio: ¡un yeti completamente desnudo...! Como no sea tan asexuado como el de Tintín (o, en este caso, como el mismo Tintín...)
Celebro que le guste, señor Jack; permanezca atento que irán desfilando nuevos superhéroes ibéricos por el Desván...
Gracias a usted, don Raúl, que más valoro su aprecio viniendo de quien viene: un auténtico devoto del pulp!
¡¡Viva el superheroísmo pulp español, vivan los antifaces, viva el Duendeeeee!!
Por cierto, que algo me dice que (desgraciadamente) la personalidad secreta de este luchador impepinable también es estadounidense, siguiendo con la (lamentable) costumbre de aquellos años... ¿Es así?
Así es, don Luis, y ello básicamente por algunas causas que simplificando serían:
-el lector español de aquel tiempo no se cree una ficción ambientada en la miserable España del momento, y no quiere ni olerla: Norteamérica es el mundo ideal que conoce del cine, paraíso tan lejano como Marte hoy que atesora cuanta ambición pueda desarrollar el españolito medio;
-los autores se sienten más libres, en todos los sentidos, al no tener que reflejar en su obra un entorno más o menos real sino ficcional;
-los héroes españoles todavía muy recientes en 1960 en el subconsciente colectivo son los hijos de la Cruzada, héroes -que nunca fueron populares- publicados en páginas propagandísticas difundidas durante los cuarenta, con la autarquía: un período que cualqwuier español de 1960 quiere a toda costa olvidar...
Tentaculos!!!!
Me guardo la imagen!!!!
Usted tiene licencia, Robol, para tomar cuanto quiera de esta su casa...
En primer lugar , mi agradecimiento al Abuelito , una vez más , por su portentosa paciencia en recopilar semejantes maravillas.He tenido la suerte de leer más de un cuadernillo del " Duende " ( no me pertenecían a mí , sino a mi padre ) y las portadas aquí expuestas me han hecho volver atrás en el tiempo , una vez más.
Yo, cuando veo el formato apaisado y esos colores ya se me saltan las lágrima. ¿Por qué no nos hacen un tebeo como antaño? Incluso estoy dispuesto a hacerme una colección de cromos. ¡Siempre y cuando no sean autoadhesivos, claro!
Garruloide, gracias a usted, que conserva la capacidad de asombro ante imágenes que la mayoría considera desfasadas... trastee cuanto quiera por el Desván, que es su casa!
Regaitas, don Enric, a veces pienso que los viejos somos como los cuervos: neofóbicos.... condición humana es, mucho me temo...
De tanto leerlo,abuelito,y visitar su blog ya me van sonado muchas cosillas como si las hubiera vivido.
...muchas gracias, don Angeluco...
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