2012-04-18

Richard Wagner en pop

Nuestra afamada Galería de artistas del Cromo presenta a don JOAQUÍN VEHÍ  en su abracadabrante creación LOS NIBELUNGOS
Hay que ver la cosa esta de la Alta Cultura y la Cultura Popular qúe asunto tan enredoso acaba por ser... Fronteras que se difuminan, prejuicios que se alzan para caer abatidos, intolerancias que no denuncian sino arrogante clasismo... Frente a ello sólo cabe reivindicar el placer, como aquel griego sabio, disfrutando de todo cuanto el genio humano, que haberlo haylo, ha ido ofreciendo. Dicho esto, consignar nuestra preferencia por lo humilde, lo marginal, lo despreciado y olvidado, tal vez heredada de una lejanísima educación cristiana, de una vocación elitista que no deja de ser snob... o de nuestro simple gusto por lo efímero, lo insustancial, visto como fruto sincero y sin pretensiones, degustable a todos los paladares...
Para muestra el botón que hoy les traigo: uno de los más conspicuos iconos de la Alta Tradición Europea, don Ricardo Wagner y sus mitológicas óperas, aquellas fantasías que tanto hacían vibrar el espíritu de Adolfo el Malo, convertidas en el más modesto fruto de cuantos ofrece la imprenta popular: el cromo...




Ya ven ustedes mismos lo bien que le sienta al material original su descenso a los abismos del arte de masas. El oro del Rhin, Las valkiriasSigfridoEl crepúsculo de los Dioses adaptados fielmente, con cromatismo deslumbrante, conservación de las esencias épicas originales, profusión de escenas extraordinarias como prefiere el vulgar gusto del pueblo, y una realización impecable, asumido su delicioso aire kitsch y su impecable técnica pictórica. Un resultado nada desdeñable cuando se mira con ojos lo más objetivos posible...

Lo que tal vez no sea mi caso, ni falta que hace, dada la familiaridad de décadas con que miro una vez más estas imágenes. Fueron editadas en 1963 en forma de libro ilustrado; ignoro si antes de eso llegaron a ser la colección de cromos que nunca dejan de parecer. Cromos desde luego la mar de fascinantes, tratando como tratan la más primigenia forma de lo fantástico, la mitología, aderezada en este caso con la riquísima y sugestiva forma de lo nórdico. Ya saben, con su carga de fatalismo, decadencia y épico canto a la muerte...




Son obra de don Joaquín Vehí Menéndez, prolífico dibujante nacido en Barcelona en 1933, de quien la Red apenas ofrece datos. Diremos, para los más curiosos, que comenzó su andadura profesional a los dieciséis añitos; que tras abandonar estudios universitarios optó don Joaquín por trabajar para Bruguera, Fher, Argos, Plaza y otros ilustres fabricantes de imágenes congeladas en chillones cromos; que realizó así mismo trabajos de ilustración científica y anatómica y que fue colaborador de aquel amigo de los animales, Félix Rodríguez de la Fuente y hasta de la mexicana editorial Novaro antes de dedicarse por completo a la pintura, dando el salto, ya ven, hacia el Arte Mayor, que siempre pagaron mejor las élites que las masas. Por más que su trabajo siguiera siendo el mismo, lleno, como pueden ver en estos cromos prodigiosos, de color, gracia, desparpajo y fecundo sentido de lo maravilloso... Que viva pues don Joaquín Vehí, inmortalizado en cada uno de sus arrebatadoras evocaciones de Sigfrido, de Hagen, de Brunilda, Gunther, Fafnir, Wotan, las ninfas o los enanos que pueblan los mundos subterráneos...   

10 comentarios:

C. Rancio dijo...

¡Justamente he visto hace poco el remake de Los nibelungos de Lang que rodó Harald Reinl en los 60, Abuelo, con colorines que no desmerecen de estos! ¿que editorial sacó estos cromos?

El Abuelito dijo...

Pues la edición que yo tengo es de 1963, editorial Archivo de Arte/ Saymá ediciones... Ya digo, es libro, no álbum de cromos, por más que el trabajo gráfico parezca a todas luces esto último...
Un remake el de Reinl muy pero que muy interesante; hace tiempo que lo vi y cualquier día me lo pongo de nuevo, lo recuerdo más escorado hacia el relato de género que la estilizada obra magna del señor Lang...

WOLFVILLE dijo...

¡Esto es épica de la mejor clase! Nada que envidiar a las ilustraciones de Craig Russel o Gil Kane sobre el asunto nórdico wagneriano. Caviar total.

Un saludo.

C. Rancio dijo...

A mí me ha dejado muy buen sabor de boca, sobre todo teniendo en cuenta que me acercaba con prevenciones: tiene, efectivamente, un regusto más popular que lo de Lang (hay cosas que recuerdan al Príncipe valiente) pero no le falta grandeza hierática en muchos momentos, como en el viaje a Islandia o la tragedia final en el palacio de Atila.

AJC dijo...

Coincido con Wolfville, aunque las comparaciones sean odiosas: este trabajo me parece superior al de Gil Kane... que ya era bastante bueno.

El Abuelito dijo...

Mira que me gusta Gil Kane (bastante más que Craig Russell)... pero desconozco sus Nibelungos!

Galderich dijo...

Abuelito,
Firmo la introducción que nos ofrece de este excelente artículo sobre el libro-álbum-de-cromos que nos ofrece para deleite de nuestros ojos.

Anónimo dijo...

¡Menuda joya! Me encantan (en todos los sentidos) esas expresiones faciales, sobre todo las de avaricia. Y cómo no, el uso del color.

El Abuelito dijo...

A fuer de chillón el color acaba por resultar fascinante, embrigador, irreal, señor March... una ventaja más del cromo como medio...

El Abuelito dijo...

Galderich, cada vez creo más firmemente que esto de las categorías en el arte no es más que una forma de censura...