LA LEYENDA DE LA GORGONA
Terence Fisher. Hammer Films. G.B. 1964
¡Pero que nietecillos más enrollaos y más pelotilleros tengo! ¡Pues no me han regalado una película que es en color como las modernas de ahora, cuernos!. Aunque la verdad, salen unos señores de lo más apañao, que saben actuar y así, que te lo crees lo que hacen y todo. Uno que debe ser más malo que la quina que se llama Pedro Cushing, y custodia una mujer meiga con serpientes en la cabeza, uf, y otro que es un corazón de buen alma que le dicen Cristóbal Lee, y que es un detective de lo sobrenatural, un incordiante del bien como quien dice. ¡Qué buenos intérpretes, los dos! Y la película, que hasta parece de la Universal y todo, con sus laboratorios y frascos sucios y nada del sexo y el erotismo ese que ahora sacan por todos laos que da asco a los cristianos, hombre! Un fantástico clasicote, contado con las reglas de la era pre- pop, y ambientado en el siglo XIX, el de los fantasmas de verdad, como debe ser, cojones!! ¡Qué decorados más artificiales, que fotografía, oigan, con colorines como de cuento de hadas, que es en el fondo de lo que va la película! Del lado negro de la mitología, que no es poco. Que lean ustedes –si es que saben, descerebrados- los textos originales y verán que los hay que dan más miedo que el carracuco. Tal que así lo han entendido estos niños ingleses: grande es el poder de una historia bien contada. Nada de metrosexuales medio maricones como el Van Helsing ese de ahora: señores de respeto, con clase, de los que saben comportarse ante cualquier horror. ¡Y con monstruo, y además femenino, y apareciendo entre una iluminación gloriosa! ¡Que me perdone San Jack Pierce, pero qué FX, demonios! Una agradable sorpresa, nietecitos. Da gusto saber que aún hay quien sabe hacer hoy terror del bueno. ¡Estén muy atentos a lo que haga en el futuro ese tal Terencio Fisher, que a juzgar por esta obra maestra parece un chico que promete!
¡Pero que nietecillos más enrollaos y más pelotilleros tengo! ¡Pues no me han regalado una película que es en color como las modernas de ahora, cuernos!. Aunque la verdad, salen unos señores de lo más apañao, que saben actuar y así, que te lo crees lo que hacen y todo. Uno que debe ser más malo que la quina que se llama Pedro Cushing, y custodia una mujer meiga con serpientes en la cabeza, uf, y otro que es un corazón de buen alma que le dicen Cristóbal Lee, y que es un detective de lo sobrenatural, un incordiante del bien como quien dice. ¡Qué buenos intérpretes, los dos! Y la película, que hasta parece de la Universal y todo, con sus laboratorios y frascos sucios y nada del sexo y el erotismo ese que ahora sacan por todos laos que da asco a los cristianos, hombre! Un fantástico clasicote, contado con las reglas de la era pre- pop, y ambientado en el siglo XIX, el de los fantasmas de verdad, como debe ser, cojones!! ¡Qué decorados más artificiales, que fotografía, oigan, con colorines como de cuento de hadas, que es en el fondo de lo que va la película! Del lado negro de la mitología, que no es poco. Que lean ustedes –si es que saben, descerebrados- los textos originales y verán que los hay que dan más miedo que el carracuco. Tal que así lo han entendido estos niños ingleses: grande es el poder de una historia bien contada. Nada de metrosexuales medio maricones como el Van Helsing ese de ahora: señores de respeto, con clase, de los que saben comportarse ante cualquier horror. ¡Y con monstruo, y además femenino, y apareciendo entre una iluminación gloriosa! ¡Que me perdone San Jack Pierce, pero qué FX, demonios! Una agradable sorpresa, nietecitos. Da gusto saber que aún hay quien sabe hacer hoy terror del bueno. ¡Estén muy atentos a lo que haga en el futuro ese tal Terencio Fisher, que a juzgar por esta obra maestra parece un chico que promete!
1 comentario:
No m'ho puc creure!
Una peli posterior a la segona guerra mundial!
No pot ser!
Publicar un comentario