Director: Charles Saunders. Con George Colouris, Vera Day, Joyce Gregg, Jimmy Vaughn. Gran Bretaña, 1958.
¡Arrea, un árbol que come seres humanos, pero solo mujeres y jovencitas! ¡Vente pacá, moza, que te vi a dar un mordisco! ¡Hay que ver qué cosas descubren estos ingleses mientras colonizan el mundo! De esta rareza botánica y sus peripecias ha dado cuenta recientemente el señor Charles Saunders con una película, Comemujeres es su eufónico nombre, que acaban de pasar por el Canal Desván.
Cuenta de un sabio explorador, de los que tienen laboratorio subterráneo y cráneo humano encima de la mesa del despacho, que trae de sus andanzas por una indeterminada jungla un ejemplar de árbol muy raro y lo instala en el sótano. Grande, peludo, magnífico, con ramas que se mueven como culebras abriendo las boquitas y salivando ante el festín. Agradecida como es, a cambio del alimento la planta proporciona un suero que destilado es capaz de resucitar a los muertos y convertirlos en zombis. Claro, al pobre mad doctor no le quedará más remedio que andar a engatusar pilinguis y dárselas de almuerzo al árbol, con ayuda de su ayudante indígena y sus mágicos timbales.
Ya ven, pimpollos, un argumento de los buenos, en correcto blanco y negro, británico y loco, con actores comedidos y hasta secuencias la mar de logradas, aparte por supuesto de todas las que sale el inmóvil monstruo, que son gloriosas de por sí. Otro fantástico inglés, tan lejos de la Hammer como de los cutreríos cormanianos. Voy a investigar y les contaré, porque me acabo de enterar de que este director Charles Saunders ha descubierto en Londres la cabeza de Nostradamus vivita y coleando, y va a facturar enseguida otra de sus magnas crónicas, The man without a body. En cuanto la echen en el Desván les informaré, nietucos avispados.
4 comentarios:
pues mire usted que yo he visto especímenes de estos por discotecas varias...aunque más feos
¡¡Pues cuidado no le coman, si es usted señora!!
De Crimea al Senegal
y de Groenlandia a Quito
todos leen con furor
el desván del abuelito.
Coomo brotes dolivooo
entrono al desván
del abueloó
asín son los hijos
de la imprenta.
¡dios santo, abuelo!
el Bonus Track que me dió, amnésico me dejó....
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