2010-06-09

Lon el Hipnotizador

Otra vez están aquí los Programas Dobles del Abuelito:
ESPECIAL INNER SANCTUM MYSTERY

CALLING DR. DEATH
Director: Reginald Le Borg. Con Lon Chaney Jr., Patricia Morison, J. Carrol Naish, David Bruce. USA, 1943
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THE FROZEN GHOST
Director: Harold Young. Con Lon Chaney Jr., Evelyn Ankers, Elena Verdugo, Martin Kosleck. USA, 1945
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Comienza la proyección. Desde el interior de una bola de cristal, la cabeza flotante de un hombre gangoso y repelente nos da la bienvenida a un mundo de oscuridad, demencia y asesinato. Así se presentan los filmes de la serie Inner Sanctum Mystery, seis largometrajes de misterio producidos por la sacra Universal entre 1943 y 1945. Basados en una serie de relatos pulp, son historias policiales al borde del abismo, macabras, enfermizas, envenenadas píldoras de una hora de duración.

Y protagonizadas todas por el gran Lon Chaney Junior, permanente--mente al borde del colapso nervioso. Dirige la mayoría de estos filmes admirables Don Reginald Le Borg, eso que los críticos llaman un artesano, responsable de otros títulos magnos e injustamente menospreciados, entre ellos la secuela "Ghost of the Mummy" (1944) o las enloquecidas series Z "The black sleeep" (1957), despedida en pantalla del pobre y agotado Lugosi, o "Voodoo island", del mismo año, en la que Karloff reparte su tiempo entre rituales vudú y plantas carnívoras gigantes.


Hoy les voy a hablar de dos de los títulos de la serie en los que Lon hace de hipnotizador. La hipnosis pertenece al terreno de lo morboso-criminal, según las leyes del género, y no van a ser estos títulos canónicos quienes osen quebrantar la regla. En Calling Dr. Death nuestro licántropo predilecto encarna a un atormentado psiquiatra, amargado por el mal matrimonio que lleva encima. Su señora es una ricachona casquivana y desagradable que le trata como la princesa al sapo.

Lon, siempre insano, sufre ataques de amnesia. Tras uno de ellos, su esposa aparece cadáver con el rostro quemado por un ácido... A partir de aquí, ya pueden imaginar: una estructura de whodunit en la que el desgraciado sospechoso es perseguido por el policía J. Carrol Naish, tenaz y quisquilloso, un actor al que no me cansaré de alabar y de quien ya les hablé aquí y aquí .

Sentido dramático impecable, juegos de claroscuros cercanos a lo gótico, como corresponde a la gloriosa tradición de la productora; un guión que goza incidiendo en la enfermedad, el adulterio, la culpa, el sexo. Enormes actores y crimen sádico añadido... elementos de sobras para colmar el gusto del aficionado más exigente, diga lo que diga la crítica oficial.
Que suele mostrar muy poca simpatía por esta serie de filmes, no sé por qué, con lo singulares y bien hechos que están. Como este otro que les traigo aquí, The frozen ghost. Lon vuelve a ser hipnotizador, ya digo, pero esta vez de feria y teatro. Al pobre se le mete en la cabeza que mediante su voluntad ha matado a un borracho a quien pertendía poner en trance, y desde entonces vive obsesionado por el remordimiento.

Para levantar el ánimo y dejar de ensoñarse con la muerte, no se le ocurre mejor cosa que ponerse a trabajar en un museo de cera, repleto de figuras de crímenes y ejecuciones y macabro como está mandado. Allí topa con Martin Kosleck, un actor secundario de físico reptilesco, que mucho disfruta fundiendo cera y quemando cadáveres en el horno de su taller. Kosleck era el criado homosexual de Basil Rathbone en The mad doctor (1941), además de intervenir en filmes de la Momia y de Rondo Hatton antes de especializarse en papeles de nazi malvado. Un hombre a respetar, claro está.


Aquí, ya digo, hace Kosleck de artista loco con serios problemas para tratar a las mujeres; antiguo cirujano plástico expulsado de la carrera por una operación fracasada, ahora se dedica a hablar con sus propias creaciones y a asesinar de vez en cuando, como sabemos suelen hacer todos los responsables de estos bizarros museos.

Filme hecho de arquetipos y lugares comunes, cuyos resultados están a la altura de sus tan magníficas como modestas pretensiones. Un cuento recargado y malsano, entretenimien--to ideal para quienes gusten de la narrativa pulp más ortodoxa. Yo mismo, sin ir más lejos.

6 comentarios:

Sr. Feliú dijo...

Este "fantasma congelado" promete lo suyo en el negociado del que uno se ocupa habitualmente. Y el señor Kosleck parece un tipo de lo más interesante.

Gracias por la pista, venerable Abuelito, su nieto, Sr. F.

Aura dijo...

Mmmm Filmes con la hipnosis como protagonista. Y yo que pensé que los tenía todos localizados...

¡Gracias!

Anónimo dijo...

dios santo, dios santo...

pero abuelito, qué pinílulas tan gloriosas no nos sigue descubriendo ud!!!!

El Abuelito dijo...

En esas seguimos, señor Anónimo, adelante con nuestra cruzada, labor ingrata pero imprescindible para la correcta marcha de la humanidad... como la desarrrollada por el Señor Feliu en su carpa circense...

miquel zueras dijo...

Vi esta película en la TV inglesa. Muy buena. Por el excelente reportaje "The inner Sanctum" de Pablo Herranz publicado en el libro "El cine fantástico de la Universal" supe que Lon Chaney Jr. despidió al director inicial -Reginald Le Borg- por considerar que Martin Kosleck le robaba protagonismo, incluso interumpía al director a cada primer plano que rodaba para Kosleck. Borgo.

El Abuelito dijo...

Gran precisión la suya, don Borgo. Don Pablo Herranz, sabio entre los sabios, fue quien me puso sobre la pista de esta serie, en ese libro absolutamente obligatorio...