ESPECIAL APOCALIPSIS
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VERDENS UNDERGANG
Director: August Blom. Con Alf Blutecher, Olaf Fonss, Johanne Fritz Petersen, Ebba Thomsen. Dinamarca, 1916
Nada mejor para esta reentrada que un programa doble especial dedicado a esa Gran Final que siempre a la vuelta de la esquina parece preparada para saltar. ¡Ay, que me marcho unos días con mis amigos los Monstruos y cuando vuelvo el televisor no para de decir que se avecina el Apocalipsis, o lo que es peor, que hace rato que ha empezado y todavía no nos hemos dado cuenta!
Nada mejor para esta reentrada que un programa doble especial dedicado a esa Gran Final que siempre a la vuelta de la esquina parece preparada para saltar. ¡Ay, que me marcho unos días con mis amigos los Monstruos y cuando vuelvo el televisor no para de decir que se avecina el Apocalipsis, o lo que es peor, que hace rato que ha empezado y todavía no nos hemos dado cuenta!
Uno de los primeros testimonios fílmados acerca del Acabóse es Verdens Undergang, visionario título danés estrenado en 1916, mientras un mundo está desapareciendo entre el barro de las trincheras. Fría y comedida, como producto del helado Norte que es, cuenta sin prisas en fotogramas precisos y equilibrados, un melodrama que tiene como telón de fondo la destrucción del planeta por impacto de un meteorito gigante.
Entre graves señores de aire contrito y exaltados amantes despechados, vemos como un rico propietario le birla la novia a un obrero, escapando con ella a la gran ciudad. Enterados de la inminente catástrofe cósmica -hay que señalar que los astrónomos niegan la verdad al pueblo y la reservan sólo a una serie de millonarios entre los que se incluye el empresario calavera-, se refugian en un palacio con túnel adyacente. Mientras los ricachones celebran la fiesta final, el populacho asalta la mansión y quienes aspiran a sobrevivir han de buscar refugio en una mina.
El mundo se acaba entre imágenes de incendios, rayos, cometas dibujados en el cielo, ventoleras, inundaciones y mucho humo. Aunque algunas de estas -breves- escenas están logradas, no parece ser este el interés del realizador, mucho más atento a un melodrama de clase que hoy resulta algo cansino. Un apocalipsis mostrado a pequeña escala, que lamentablemente no se decide a hacer de la destrucción el espectáculo que a todos nos gusta contemplar.
----------------------------------------El mundo se acaba entre imágenes de incendios, rayos, cometas dibujados en el cielo, ventoleras, inundaciones y mucho humo. Aunque algunas de estas -breves- escenas están logradas, no parece ser este el interés del realizador, mucho más atento a un melodrama de clase que hoy resulta algo cansino. Un apocalipsis mostrado a pequeña escala, que lamentablemente no se decide a hacer de la destrucción el espectáculo que a todos nos gusta contemplar.
DELUGE
Director: Felix E. Feist. Con Sidney Blackmer, Peggy Shanonn, Lois Wilson, Lane Chandler. USA, 1933
--------------------------------Venga planos de locutores, teletipos, señores que menean la cabeza desaprobadores, stock shots de huracanes y tormentas: el Fin del Mundo llega a América de un día para otro, cambio climático consumado en un suspiro. Predicadores y religiosos hacen su agosto mientras las señales están cada vez más cerca.
La película entra en harina muy pronto con la destrucción de Nueva York, en la que a decir verdad se echa el resto. Vaya maquetas más convincentes, qué trasparencias tan ajustadas, qué belleza la de los rascacielos sumergidos. A un terremoto ejemplarmente resuelto le sigue desbocada el agua del Hudson tragándose de golpe más de media ciudad, estatua de la Libertad incluida. Larga secuencia de gran poder catártico en la que no parece quedar bicho viviente.
Y sin embargo el meollo del filme se encuentra después, entre los supervivientes. Un honrado padre de familia, una moza hermosa y desconocida, un violador pusilánime y un rufián mugriento quedan atrapados en una cabaña. A palos dirimen las diferencias que los separan, hasta que se encuentran con unas doscientas personas más, que alegres han emprendido la reconstrucción del país. Una vez más todo es fondo para desarrollar tontísima historia de amor.
Por medio, un enredo de parejas a cuenta de un marido a quien se creía muerto, algunas peleas a tiros entre desarrapados cazamujeres y honestos ciudadanos, y una especie de alegría vital, como si la destrucción sirviese para que resucitasen los gloriosos días de bravos colonos y cabales pioneros. Apocalipsis éste la mar de raro, con ese optimismo tan antipático rezumando por todas partes...
8 comentarios:
Si ya lo dijo hace años un Fernando Arrabal etilicolizado:"El mi-le na-ri-mmo...¡el apoca-lisis vaaa a llegaaaa!"
desde luego que los autores de aquella epoca estaban mas centrados(bizarrez aparte)que los actuales,no puedo yo con los gazpachos de jolibus,tanta desmesura me abruma.
Venerable Abuelito:
Regresa usted esdrújulo: pletórico y apocalíptico.
Reciba un ósculo de su nieto, Sr. F.
Caramba Abuelito! Tanto una como otra pintan muy, pero que muy bien!!
Quizas el modernuzco Emmerich debería aprender del Sr. Blom y dejar un poco de lado los fuegos pirotecnicos, no cree?
Saludos y encantado de volver a leerle!!
¡Dios mío! ¿Qué es esa película danesa? ¿De dónde ha salido? ¿Por qué hay un dragón por ahí? ¿Con qué monstruos ha estado, Abuelito? ¿Por qué tanto odio? (que diría el General Sintacha)
el milenarismo ha llegado!!!!
hecatombe y apocalipsis ya!!!!
abuelito, no se nos ponga ud trágico que el verano ya está aquí y los nietos queremos pelis refrescantes con amazonas en bikini de leopardo y dinosaurios de goma!!
Es curioso que lo que siga vigente de estas películas no sea la llamada a la lucha social sino el desastre y la catástrofe y su contemplación. Bueno, no es curioso, es horrible. Bueno, es...
Vamos a dejarlo...
Estoy de acuerdo en que la película de August Blom es un poco fría y la cosa se queda en lucha de clases pero seamos optimistas,tanto en una como en otra,hay supervivientes,¿no?.
Pués éso,¡¡¡Qué no es el fin del mundo!!!.
GRAN RETORNO,MAESTRO.SE LE AÑORABA.
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