2009-02-27

La Tierra invadida por Marte

FRANCIA versus LOS AEROANTROPOS

Barcelona, junio de 1928.

Última hora: Nos informa nuestro corresponsal en Francia Henri Allorge que grandes bolas de fuego se precipitan desde el cielo sobre las principales ciudades galas.

Al parecer se trata de un ataque perpetrado por marcianos, los amos del rayo y la tempestad, una raza maligna de Aeroantropos, esto es, gigantes alados en calzoncillos que han decidido hacerse por las malas con nuestro planeta.

Pueden comprobar la veracidad de estas informaciones mediante la labor de nuestro reportero gráfico el reputado señor Longoria, que ha logrado incluso retratar a un Aeroantropo pasmado y claramente falto de argumentos frente a la representación diplomática terrícola.

Seguiremos informando. ¡¡Viva la Tierra y abajo Marte!!

10 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Ni Welles hubiera hecho un parte informativo marciano tan completo y audaz!!

Saludos terrícolas.

Yo dijo...

Hostis, pues ese marciano es clavado clavado a los superseñores que describe Arthur C. Clarke en su novela El fin de la infancia.

corsariosinrostro dijo...

Hola, abuelito. ¿Recibió usted el privado que le envié?

El Abuelito dijo...

Sí, Corsario, he contactado de parte de usted con la secretaria... del TBO. Gracias mil.

corsariosinrostro dijo...

Puede tutearme, abuelito. Para eso soy su nieto "virtual" e "internetero" si me lo permite.

Carlos Abraham dijo...

Gracias abuelito por publicar estas cosas. ¡Qué no daría por topármelas en una librería de lance!

He sabido que por aquellos años se publicaron en España algunas obras de Otto Willy Gail. ¿Tiene pensado publicarlas en su blog?

Ordel dijo...

Calzoncillos ?? si parece que van en pañales...


Saludos abuelito.

Dionisio Platel dijo...

Por cierto Abuelito y aunque no venga a cuento ¿Sabe algo usted de una novelica titulada EL COCHE SANGRIENTO de Máximo Audouin? Creo que es de Sopena de principios del s. XX. Si me diera más datos haría un poco más feliz, si cabe, a este su nietico.

El Abuelito dijo...

Ay, la verdad, don Dionisio: no sé nada. Ya quisiera poder ayudarle...

Dionisio Platel dijo...

Una pena, me tenga al corriente en caso de que suene la flauta.