DON GUILLERMO Y EL ORDEN JERÁRQUICO
Mucho mejor se le da lo tradicional, el lenguaje de la estampita, en el que tiene práctica máxima. Hoy les quiero enseñar el trabajo de un dibujante católico, don Guillermo Soler, de Barcelona.
De su vida y trayectoria nada sé. Hacia los años cuarenta ilustró un librito muy popular, el Misalito Regina, que durante décadas se ha regalado a los tiernos comulgantes en su día más feliz. Profusamente iluminado, contiene entre otras muchas secciones estas normas de conducta para los aspirantes de Acción Católica, algo así como la O.J.E. de los eclesiásticos.
La Iglesia, fuente inagotable y primordial de artes y conceptos bizarros, no descuida ponerse al día constantemente y así ha echado mano con prodigalidad de dibujantes y técnicas afines a medios nuevos como la historieta para seguir adoctrinando mentes y voluntades.
La verdad, no le suele salir muy bien. Los tebeos confesionales son salvo honrosas excepciones, rancios, anticuados en su expresión y nada afinados en el aspecto estético. Otro día sacaré algunos que hay por el Desván y se lo demuestro a ustedes.
Mucho mejor se le da lo tradicional, el lenguaje de la estampita, en el que tiene práctica máxima. Hoy les quiero enseñar el trabajo de un dibujante católico, don Guillermo Soler, de Barcelona.
De su vida y trayectoria nada sé. Hacia los años cuarenta ilustró un librito muy popular, el Misalito Regina, que durante décadas se ha regalado a los tiernos comulgantes en su día más feliz. Profusamente iluminado, contiene entre otras muchas secciones estas normas de conducta para los aspirantes de Acción Católica, algo así como la O.J.E. de los eclesiásticos.
A través de ellas se puede adivinar al hombre de orden que las realizó. Un estilo pausado, estático, con un aire solemne que le aporta cierta carga metafísica muy apropiada. Sólo planos medios, equilibrados como dios manda; composición clásica, intenciones narrativas como es propio de este arte, envaramiento, horror a la estridencia y minuciosidad de trazo.
Y fíjense en algunas escenas que les afectan particularmente, nietos malos: la del niño haciendo burlas a un cura con sotana, la del joven aspirante rechazando las madres de todos los vicios -el juego, la maligna nicotina y lo que parece ser un tebeo (revista gorrina no creo, por la época)-, o la del librero troglodítico emergiendo de su puesto/cueva para emponzoñar con novelas de Dumas el tierno corazón de las muchachas.
Muy bonitas también por expresivas las imágenes que describen a los amigos del aspirante, fíjense qué bien sabe don Guillermo traducir en dibujos las jerarquías. Y qué santa alegría la del sacerdote en familia rodeado de púberes!
Por hoy ya va bien. Cuando vuelva a darme por lo religioso, les endiñaré una segunda tanda de imágenes del Misal. O de otra cosa, vai ti a saber.
4 comentarios:
Pues nada, vamos a flagelarnos un poco que supongo que se será a lo que se referirá ese luminoso libro con lo de mortificarse respecto al pecado.
¡Qué cosas más rancias saca usted de su desván, abuelito ;-D !
Rancias, sí, mas no ignore que muchas gentes -autoridades incluidas- de este nuestro tiempo siguen viendo el mundo de esta manera. Peligro, pero es así.
Brrrr.... ¡Qué miedo me da la sonrisa de ese cura! Abuelito, ponga en su blog cosas que metan menos miedo, como vampiros o plantas carnívoras. ¡El corazón ya no me da para estos sustos!
He seguido su consejo. Le dejo con gigantes de otro mundo y manos diabólicas.
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