Vaya hoy, que no tengo tiempo ahora de entretenerme, la segunda tanda y última por el momento de las Narraciones terroríficas con que se iniciase la sección Los Libros de Miedo.
Vean de nuevo el Weird Tales en español, donde aparecen -piquen encima y leerán bien los créditos- Lovecraft junto a José Mallorquí compartiendo portada con Gustavo Adolfo Bécquer. Son los años treinta y todo cabe en el pulp.
Bram Stoker, El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde bajo el título y la imagen imperecederas de Fredric March, calaveras con ojos, sin ojos, esqueletos colgados. Iconografía perpetua para que nadie se llame a engaño.
Les pongo de complemento publicidad de otras colecciones la casa sacada de las mismas novelas, siempre agradecida por el fan y llena de sabor para el gourmet y de color para el fetichista del papel viejo. Ya sabrá cada cuál en qué categoría está.
La próxima entrega de Los libros de Miedo les mostraré un incunable, casi casi: el clasicote del terror español decimonónico Galería Fúnebre de Espectros y Sombras Ensangrentadas, el simpar tocho que don Agustín Pérez Zaragozá sacase a luz en 1831 repleto de cabezas cortadas, puñales, venenos y horcas, para gozo y deleite de las masas que lo devoraron. ¡¡No se lo pierdan!!
4 comentarios:
Que grandes portadas!!!! Bocquet era el chico para todo para Editorial Molino, le hacian ilustrar tanto portadas de terror, como romanticas, como para libros de cocina...
Muy bellas las portadas de la revista. Y sumamente interesante el anuncio de la "Galería fúnebre...", auténtico pilar del gótico hispánico del siglo XIX.
A fin de contribuir, siquiera de modo tangencial, copio abajo un fragmento de la deliciosa “Introducción analítica” donde el autor, Pérez Zaragoza, describe los propósitos de su libro de 1831:
"Las almas bien organizadas, de un carácter reflexivo y sensible, buscan con anhelo las emociones interesantes y aquellos golpes vigorosos que, dirigiéndose al momento a los resortes del corazón, le causan aquellos estremecimientos repentinos que los poetas llaman dulces temblores del terror. (...) Partiendo, pues, de este principio, escribiré sólo para las personas de una imaginación viva y exaltada por las impresiones fuertes, y de un alma sensible. Pretendo fijar su atención presentándoles cuadros terribles y combinaciones espantosas: trato de reunir bajo ciertos casos históricos todo lo que el prodigio de la magia, todo lo que los prestigios de lo maravilloso pueden ofrecer de singular y extraordinario a los ojos de los hombres. (...) Resonará continuamente a sus oídos el ruido espantoso de metales y cadenas; se paseará su imaginación por largos pasadizos, cuevas, oscuros subterráneos, donde a la escasa luz de una lámpara moribunda divisarán un cadáver amoratado.
El lector que fuese codicioso de sensaciones fuertes, que nos siga a la luz opaca de nuestras lámparas lúgubres, hasta aquellas sinuosidades pérfidas y catacumbas infernales: le serviremos de guía tutelar, preservaremos su rostro de las aves nocturnas que allí revolotean, le guardaremos de aquellos reptiles que allí lanzan su dardo venenoso; y si el grito lúgubre de las víctimas que en estos parajes yacen apiladas llegase a herir sus oídos y llenarle de terror, haremos que desaparezcan. (...) Desgraciada la joven que, hallándose sola en su cuarto y casa de retiro, en medio de un desierto lleno de malezas y bosques, y no teniendo otra música que los gritos lamentosos de lechuzas y mochuelos en una noche tempestuosa, tuviese el arrojo de ponerse a leer nuestra Galería fúnebre: ya veo erizados sus cabellos y palpitar agitadamente su corazón de una fuerte opresión; sus ojos, imagen del terror, verán revolotear de repente fantasmas espantosos detrás de su asiento... un espectro extraordinario en la alcoba, y los dobleces de las cortinas se convertirán en figuras horrorosas; verá cruzar duendes por todas partes, y hasta en la chimenea resonará el ruido sorprendente de cadenas estrepitosas. (...) La pobre niña había almorzado de un pavo asado que la criada se olvidó de retirar y, revestido este animal de todos los colores de la prevención, se convierte a sus ojos en una cabeza lívida y ensangrentada, dividida de su cuerpo el día anterior por la cuchilla del verdugo.
Aquí tenéis, pues, amados lectores míos, los lisonjeros resultados que esperamos obtener de la presente obra."
Quien pudiera echarle el guante a estas maravillas!!
Saludos pulperos.
Qué portaditas hermosas, eh... De narraciones siento predilección por su última etapa cuando comienza a publicar cuentos de (cito mal y de memoria): Hugh Cave, Wyatt Blassingame y otro que se llamaba algo así como Zagat... Todos tienen la misma atmósfera repleta de enanos deformes, mad doctors, mujeres desnudas y a punto de ser abusadas por seres jorobados y babeantes, un crisol bizarro que nunca volví a leer en otro lado. Por qué no se publicarán libros de estos autores??? Pregunto abuelito, no sé...
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