2008-06-15

Matías Alonso y el Universo Sideral

LOS MIL MUNDOS DE MATÍAS ALONSO

A estas alturas, y para ahorrarme trabajo, vamos a suponer que todos ustedes saben quién es George H. White. Ah, que hay algunos que no... bueno, el señor White, de verdadero nombre Pascual Enguídanos, es escritor de la mayor saga de ciencia ficción de bolsilibro, la de la familia Aznar (desdichada coincidencia, sí), publicada durante los años cincuenta en un montón de novelas de la colección Luchadores del espacio. Ea, no sean perezosos y búsquenlo en la red, que no tengo ganas ahora de didactismos. O léanlo en un tomaco imprescindible, Clásicos en Jauja, que allí el autor se explaya a gusto sobre todo este tema.

El caso es que la serie fue un éxito entonces y hoy se considera un clasicote de la literatura popular de nuestra piel de toro. El argumento es un desafuero que abarca a través de varias generaciones el destino global de la humanidad y el de nuestro planeta, que no convergen en todas las ocasiones. Hay space opera, colonización de otros mundos, criaturas de silicio, bestias grises que se apoderan de la Tierra, hombres máquinas, civilizaciones hibernadas, guerras verdes. La caraba.

La misma editorial de las novelas, la ilustre y tacaña Valenciana, decidió en 1959 adaptar las historias de los Aznar al tebeo, encargándose de ilustrar los cuadernos el ínclito dibujante A. Matías Alonso, autor ya de algunas colecciones deliciosas como La Capitana (1955) o El Amuleto Verde (1956).

Y qué trabajo hizo, señores. Juzguen ustedes mismos. Línea limpia y precisa, de la que mana movimiento, despliegue de maravillas siderales contadas con pulso barroco y firme. Doncellas alienígenas, astronautas y robots, gallardísimos comandantes espaciales, damas atormentadas, seres extraños, botánica cósmica: nada escapa a su mirada creadora, demiúrgica.

Les dejo aquí, con una decena de las portadas de esta colección sin nombre, que se publicó bajo el genérico Hazañas de la juventud audaz. Y les anuncio, de paso, que pienso perseverar enseñándoles más tebeítos de ciencia ficción patria. De esta serie y de muchas más, ya verán qué bien se lo pasan con su Abuelito.

7 comentarios:

absence dijo...

Joder. Enésima maravilla que veo por aquí, gracias por descubrirlo. Últimamente me bajo tebeos clásicos españoles escaneados por su culpa, abuelito. Igual subo alguna de estas portadas a mi Flickr, con su permiso.

C. Rancio dijo...

Pero... ¿como es que nos han escamoteado todas estas maravillas? ¿que siniestra conspiración es esta?

El Abuelito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Abuelito dijo...

Una conspiración, sí señor. Lea lo que se dice en la Historia de los comics de Toutain: "...cuarenta años de oscuridad para el tebeo", "ningún producto que valga la pena" y una sarta más de mentiras, calumnias e infamias que han ocultado durante años estas glorias del tebeíto hispano. ¡¡A la mierda con los javiercomas, pargas y compañía!! ¡¡No se los crean, que son unos embusteros, yo se lo demostraré!!

El Abuelito dijo...

Al flickr (o como se llame) sin problemas, señor Ausencio, que todo lo que el Abuelito pone es para que lo gocen los nietucos aplicados. Y sí, el tebeo clásico está por reivindicar. A ver si para el próximo Mondo Brutto he entregado ya mi macrodossier de tebeos de miedo en los cuarenta. Cosa fina y muy, muy desconocida. ¡El hombre invisible contra la Hija de Fu Manchú! ¡Drácula contra Jaime el invencible! ¡Bajo tierra con los monstruos de la destrucción! Escalofríos, bofetadas y sopas de ajo. ¡No se lo pierdan!

Anónimo dijo...

sapristi, vaya pedazo de portadas!!
qué viva la imaginación!!!
abuelito, siga ud desempolvando esta clase de tesoros de su desván que los nietucos gozamos cosa mala!!!
y es que hay mucha gente mala por ahí, que no sabe o no quiere divulgar estas joyas populares. Gente malvada, cual fu-manchús del saber y el disfrute!

Anónimo dijo...

estoy encantada de ver que hay gente que tiene tebeos como los mios,hazañas de la juventud audaz, tebeos que compraba mi padre.Tengo unos 20 aunque no estan en muy buen estado