2008-04-25

Doctor X

DOCTOR X
Director: Michael Curtiz. Con Lionel Atwill, Fay Wray, Lee Tracy, Preston Foster. USA, 1932.

Basta el primer plano de la película, los brumosos muelles de una gran ciudad, para comprender de inmediato que la fortuna nos ha traído de nuevo ante el viejo cine de las sombras, el que se esculpe con luces y tinieblas, adornado aquí además por un precioso tono verdoso resultado del tímido sistema de color que con este Doctor X se ensayó por vez primera.

Varios elementos redimen un título que en los peores momentos se parece demasiado a un whodunit, ya saben, esas producciones en las que todo gira en torno a la pregunta de quién es el asesino, que a ser posible se encontrará en un gran caserón en medio de un grupo humano variopinto del que todos serán sospechosos. No suele faltar -aquí tampoco- el graciosillo sin gracia que tanto parecía gustar en Hollywood y que con su mala pata pretende rebajar la tensión nerviosa. Muy de moda en los treinta, el subgénero ha resistido mal el paso del tiempo, mal que me pese tener que reconocer fallo alguno en las entretelas del celuloide rancio.

Pero, ay, cómo voy a quejarme si el guión gira en torno a una serie de asesinatos rituales, con canibalismo incluido. Y con Lionel Atwill, un grande al que dedicaré cuantas reseñas hagan falta, haciendo de cirujano misterioso y papá de Fay Wray, además. Lo importante de Doctor X es su estética, con esa mansión gótica repleta de laboratorios y aparatos, cacharrería científica tan protagónica como los actores que proclama orgullosa una nueva era de cristal, acero y electricidad.

Marco estilizado y hermoso en el que ejerce sus maldades un monstruo (¡maravilla! ¡maravilla!) creado a partir de la carne sintética, malsano invento de uno de los varios sabios locos que aparecen en escena, y merced al cual este Doctor X se integra con todos los honores en el panteón glorioso del fantástico majareta, en uno de sus puestos más destacados.

Me voy a ver la otra de miedo que hizo Michael Curtiz con Lionel Atwill, Los crímenes del Museo de Cera. Y de complemento, The return of Doctor X, que me han dicho que no tiene nada que ver con esta, pero que sale Bogart haciendo de zombie. En seguida les contaré, estén atentos.

2 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Gran película!! Una delicia para los gourmets del terror, a pesar de algunos de los fallos que comentas (el graciosillo de turno es insoportable!!), aunque a mi si me gusta la estructura "whodunit".

La segunda parte es inferior y es verdad que no guarda mucha continuidad con esta, pero Bogart como malo malísimo de raiz sobrenatural es algo digno de verse.

Saludos y enhorabuena por tu genial blog!

El Abuelito dijo...

¡Bravo retrato el suyo, señor Igor!
Ya voy con el Retorno del Doctor, que lo vi ayer.
¡Viva el escalofrío viejunoooo!