----------------------------------- Pocos juguetes como el recortable, humilde y antiguo, expresan con tan meridiana claridad los roles que por sexos nos han sido asignados desde el nacimiento. Armas y trapitos son sus dos opciones, cargadas ambas de narcisismo y mala voluntad; toca hoy una muestra, de mediados de los cincuenta, referente a las primeras. Gusta normalmete este modesto pasatiempo de presentar los ejércitos en perfecta formación, pulcros y ordenados, épicos como mandan los cánones. Mas en esta ocasión parece que el dibujante (un voluntarioso y esporádico ilustrador de historietas llamado Celma) ha querido dejar claro que esto de la guerra, como dijo don Francisco de Goya, es un desastre: muertos habrá por todas partes, abundantes y repartidos. Raro es ver plasmada para la infancia tal exhibición de realismo: agonizantes, heridos, todos estos ejércitos de papel cuentan con sus víctimas. Compruébenlo ustedes mismos. Belgas, alemanes, moros y regulares, japoneses y alemanes van cayendo; así hasta llegar a la más extraña lámina, apoteosis de la catástrofe bélica: Derrotados, se titula, insólita; sinceridad desgarradora emana de su ingenuo trazo, expresivo como pocos. Una lección de realismo sucio frente a tanta visión idealizada y perversa. Muy de agradecer, desde luego...
11 comentarios:
Los "desastres" de Goya siguen vigentes al parecer.
He tenido esos recortables en mis manos sin percibir el horror que encierran.
Gracias abuelito.
www.haquevivirla.blogspot.com
Magnífico post, Abuelito. Sobrecogedores esos soldados abatidos por el alambre de espino o ese otro recien alcanzado. Conservo unos muy buenos de la guerra civil (Mercado de Sant Antoni) que un día pondré en mi blog. También recuerdo aquellos monocolores de plástico con su soporte cuadrado. Borgo.
Ponga usted esos de la Guerra Civil, que es cosa de gran interés para este anciano, señor Zueras...
Extraordinario post. Probablemente este Celma (Julián) sea el mismo que colaboró asiduamente en las publicaciones de Consuelo Gil, con historias heroicas y sobre todo con series del desaforado canellas en Mis Chicas.
No recuerdo nada más de él. A ver qué dice el maestro Cuadrado.
¡Pero qué puerta a las sensaciones, al disfrute verdadero ajeno a los snobs, qué joya es su blog abuelito!
Siga así, que le veo muy bien...
QUÉ BUENOS LOS RECORTABLES!
yo me hacía fallas y luego les pegaba fuego.
un día casi arde la casa entera. menudos pescozones me llevé!
Este libro os puede interesar. Copio del catálogo de la Biblioteca de la UCM: http://cisne.sim.ucm.es/record=b2544696~S6*spi
"Recortando cadáveres"... El título de la entrada evoca de manera extraordinaria un hecho -no por frecuentemente soslayado menos cierto- el de las estrechas fronteras que, en el juego infantil, delimitan la sana e inofensiva distracción del niño de la zarabanda enloquecida y soturna del guerrero.
Don Anónimo, a buen seguro, consultada la colección de Mis Chicas, se trata del mismo Celma. Mil gracias por la pista...
Manolín, señor, no le pegue usted fuego a la casa, hombre, que una cosas es recortar fiambres y la otra provocarlos alegremente...
¡¡¡Qué crudeza!!!.
Publicar un comentario