MUJERES DEL F.B.I.
La mitología de la América urbana en el esplendor de su gloria fascina a las gentes de una de las más pobres provincias del Imperio, allá por 1950, cuando su pecado por pertenecer al bando ideológico de los perdedores de la reciente Guerra Mundial va perdonándose en nombre de intereses estratégicos más urgentes. La colección Aventuras del F.B.I. empieza a publicarse en Madrid precisamente en el primer año de la década de los cincuenta, por cuenta de la editorial Rollán. Más de novecientas novelas componen su vasto fondo. 
Espacio donde los lugares comunes de la Serie Negra -dentro del orden permitido por la pacatísima censura- y el policial cristalizan fecundos a partir de modelos cinematográficos. Testimonio irrebatible de su alto interés estético es esta galería de mujeres asomando a sus preciosas cubiertas, de la sensual femme fatale a la guerrillera intrépida, la buscona neoyorkina, la dama de alta sociedad, la hembra maltratada o la barragana del gángster. Todas figuras con una entidad difícil de encontrar en cualquier otro género...
13 comentarios:
Que la última portada (3 muertos para 3) pasase el filtro de la censura resulta inconcebible.
Todavía no consigue uno terminar de entender cómo funcionaban las cosas y cuáles eran los criterios... si es que alguna vez los hubo.
Su nieto, Sr. F.
Unas portadas realmente fascinantes, verdaderas obras de arte. Los autores de cubiertas en los albores del bolsilibro eran grandes artistas y las editoriales cuidaban con mimo que la presentación de sus ejemplares enganchara al futuro lector.
jaberasa
http://bolsilibrosblog.blogspot.com/
Efectivamente, esas portadas son una maravilla. Gracias por estos REGALOS. Si yo fuese uno de esos tipos que copian sin ningún pudor, mangaría medio archivo de este blog para mi viejo desván.
¡Menuda colección de lagartas, Abuelito! y menudas crónicas las suyas. Como siempre, dignifican el producto.
De camino, comentarle al sr. Feliú que mi escasa experiencia me lleva a concluir que en cuanto a la censura jamás hubo criterio, que todo estaba supeditado al censor como individuo... ¿imagina acaso que en un país como el nuestro algo funcionara de una manera sistemática y reglamentada?
Saludos a ambos.
Señor Castillejo, usted está más que autorizado para coger cuantas imágenes quiera de este blogo... ¡Pues no he pasado yo buenos ratos viuendo las cosas de su desván... sobre todo esa miscelánea tan evocadora de cachivaches, juguetes, publicidad y demás...!
Una aclaración respecto a la censura: existían normas escritas, sí, pero no demasiado precisas excepto en lo obvio. Como dice don Sap muy certeramente, al final toido dependía del criterio personal del censor. Con los tebeos, sin ir más lejos, en ocasiones aparecían cosas editadas en Barcelona que en Valencia no hubiuesen podido hacerlo, o viceversa...
El bondage no crero que los censores, de misa y comunión diaria, supiesen lo que era... Sin embargo, entre tanta suripanta policial, no debía parecerles mal del todo que apareciese una moza reducida al silencio e inmovilidad, como en la vida real... así que la última de las cubiertas pasaría seguramente sin problemas...
Y seguro que pensaron que la cara arrobada de la muchacha se debía a que su captor le estaba leyendo algún fragmento del "Cántico espiritual" que la tenía transaportada. Verbi gratia:
Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí, tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.
Lean a nuestros místicos y verán también ustedes qué cara se les queda, Sr. F.
Inmensas portadas -¿Qué envidia!- de la Editorial Rollán que, si no recuerdo mal fue absorvida por Bruguera. Me encanta la primera portada con esa "femme fatale" ¡que encima fuma! Y la de "Hundida en el cieno" debía ser algo grande. Borgo.
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(Anecdóticamente, a sus lectores regaló un carnet de Special Agent, se apoyó en el lema Fide-lidad, Bravura, Integridad, y se adornó con un Decálogo del Agente Especial: Ama a Dios sobre todas las cosas / Defiende a la Patria hasta morir / Respeta la Ley y ayuda a la Justicia / Sé fiel a ti mismo; no mientas y no reniegues jamás de los principios morales y religiosos del Catoli-cismo / Pórtate bravamente en la pelea, pero ten clemencia con el vencido / Sé integro, honrado, en cada una de tus acciones / Obedece a tus padres, a tus maestros y a tus superiores / Trabaja y estudia con ardor y alegría / Sacrifícate por tus camaradas cuando la causa sea noble / Socorre al necesitado, sin humillarlo).
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JCuadrado
Redeula, señor Cuadrado... qué sería de nosotros sin usted... mira que hacer prometer a los imaginarios agentes del FBI fidelidad a los dogmas del catolicismo... hay que ver hasta donde llegaron los ensueños y las tonterías ecuménicas de la clerigalla de posguerra... dios les confunda...
Muy estimado abuelo.... he estado navegando por tu interesante blog, pero no podria hacer comentarios precisos solo basado en observar caratulas de libros, revistas, tebeos y otros que tan celosamente atesoras, con lo que nos dejas con la miel en los labios.... muchos de tus nietos no disponemos de fortuna para adquirir esas deseadas ediciones publicadas tanto tiempo atras, actualmente en manos de coleccionistas impenetrables, o de vendedores a precios exorbitantes.... ahora estoy acordandome de epocas escolares cuando algun compañerito llevaba al colegio algun juguete o album de figuritas para jactarse a sabiendas que los demas no lo tenian, expresandose con el motete: ''ojolete, tu no tienes, tu no tienes''..... porqué no escanear, por lo menos de vez en cuando, alguna coleccion de novelas o tebeos antiguos fuera de circulacion para deleite de sus seguidores?.... aqui le dejo un ejemplo, entre otros:
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....gracias por su atencion....
Manuelvs
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parece abuelo que no entro el ejemplo, a ver si ahora lo permiten:
http://elchicodelostejados.blogspot.com/
Manuelvs
Apreciado abuelo: Muchas gracias por los nostálgicos recuerdos que me ha taido la visita a su blog. Siempre he sido un devorador de esta literatura y ahora un coleccionista. Tal vez pueda mandarle algunas portadas escaneadas si me dice una dirección. Mi admiración y tambien un poco de sana envidia. Luis (cantabria)
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