Director: Robert F. Hill. Con Bela Lugosi, Herman Brix, Luana Walters, Maurice Liu, Joan Barclay. USA, 1936.
Dedicado a mi nietecito Igor von Slaughterstein, de la Casa Encantada
Vamos primero con los avisos para los menos duchos, que no todos ustedes son tan viejos como yo y a veces eso se me olvida. Sabrán lo que es un serial, aquellas producciones de los años 10 a los 50 que contaban por capítulos historias de género, dejando en vilo a la chiquillería semana tras semana.
Sabrán también la Regla de Oro de estas pelis: hazlo rápido, hazlo barato, hazlo espectacular. Difícil conciliación de intereses que sólo en los mejores casos surte efecto. El caso es que como el objetivo nº 1 de este cine es recaudar, los productores una vez estrenadas todas las jornadas hacían un remontaje en el que condensaban unas cuatro horas en setenta minutos, y ya tenían listo un nuevo largomtraje para su estreno. Feature version, le llaman a eso los americanos.
El otro día estrenaron la feature version de Shadow of Chinatown, que sale de protagonista San Bela Lugosi nada menos, con una chica muy hermosa que quieren hacer pasar por china, Luana Walters, y con Herman Brix, un galán que fue Tarzán en otro serial producido por el mismísimo Edgar Rice Burroughs.
Hay que confesar que este no es de los más afinados que he visto. Grande está Tío Bela, como siempre, enfocado entre los aparatos raros que como una maldición le persiguen película tras película vengan a cuento o no, ejerciendo de Mega Mente Criminal y Científica. Además es un poderoso hipnotizador, detalle por el que mi corazoncito cinéfago ya se lo perdona todo.
Va el asunto de unos empresarios blancos que alarmados por la baratura con la que venden todo los chinos (se parece a algo de ahora mismo, verdad?) contratan los servicios de una Dragon Lady para que se dedique a hundir los comercios de los honrados habitantes de Chinatown. Ésta le pasa el encargo a Bela, que lo acoge con un entusiasmo digno de mejor causa. Viste a todos sus gangsters de chinos, les pone una coleta de pega y los manda a hacer tropelías por el barrio, a disparar en el interior de las tiendas y a armarla lo más gorda que puedan, que no es poco.
Aún teniendo en cuenta lo atropellado de todas las feature versions -resumir doscientos y pico minutos en setenta no es lo más indicado para conseguir una narración fluida y clara- exhibe esta en particular pecados imperdonables. Parsimonia y diálogos a mazo no son los mejores ingredientes para este tipo de cocina. ¿Dónde están las carreras, la acción incesante, el movimiento paroxístico propio del serial?
Demasiado le canta la desgana, que cámara más perezosa y rutinaria pocas veces se vió. Pobre Lugosi, qué pronto le tocó comenzar su purgatorio...
3 comentarios:
Siempre es agradable ver una película con Bela Lugosi. O leer la reseña desvanesca.
¿Sabía que Bela fue utilizado para la tapa de algunos pulps argentinos, un poco a la manera de lo que ocurrió con la española "Fantástica"?
¿Dedicatoria en mi amadísimo desvan de mi admiradísimo Abuelito? Ya puedo fenecer tranquilo (lagrimilla). ¡Y además disertando sobre un despropósito Lugosiano de esos que tanto me gustan!
Definitivamente no es mi peli favorita del gran Bela, pero solo por verle a él y ciertos detalles locos de guión ya vale muy mucho la pena.
Saludos emocionados.
Es un caso curioso esto de los seriales, y si sale Bela Lugosi la cosa no puede ser cuanto menos, interesante.
Viva San Lugosi!
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