Los añorados Programas Dobles del Abuelito presentan:
ESPECIAL MONARQUÍAS RARAS
Que todas las monarquías acaban por ser la mar de raras, cuando no cosa peor, es asunto conocido. La serie Z bien que lo supo desde un principio, y desplegó el más extravagante conjunto de reyes y Reinas que la mente humana pueda concebir. Para muestra un botón, o mejor dos, estos que les traigo hoy para que se entretengan...
QUEEN KONG
Director: Frank
Agrama. Con Robin Askwith, Rula Lenska, Valerie Leon, Carol Drinkwater. Color,
Inglaterra/ Rep. Federal Alemania/ Italia/ Francia (¡todos pusieron pasta!),
1976
Un conjunto de muy buen ver de feministas
en shorts fleta un barco para rodar
una película en Skull Island, no sin antes haberse traído metido en un saco al
galán del filme, rubiasco pelilargo y tontilón llamado Ray Fay. Dirige la
expedición una maitresse dominante
provista de fusta, entre números musicales de vodevil, montones de piernas,
plantas que pellizcan traseros, danzas picantes y risibles dinosaurios de goma.
Porque en la isla encuentran, por descontado, a una tribu de espectaculares
modelos en bikini que custodian el hogar de Queen Kong. La mona gigante, con tetitas y felpudo, viene a
encapricharse rápidamente del único varón rubio y heterosexual que ha visto en
su simiesca existencia. De ahí a su captura y exhibición pública en Londres no
hay más que un paso, cabe imaginárselo.
Comedia underground desternillante y chiquitesca más fresca que una
lechuga, que se ríe hasta hartarse de Dino de Laurentis y su King Kong pijo a base de chicas guapas,
chistes inteligentes, diálogos increíbles -incluyendo algunos “Unga-batunga-munga-bongo” para hablar con las amazonas- y un
humor a caballo entre John Waters y Benny Hill capaz de alegrar el día a la más
depresiva de las criaturas. Siempre que se deje acunar a gusto por la total
falta de vergüenza, claro está... QUEEN OF OUTER SPACE
Director: Edward Bernds. Con Zsa Zsa Gabor, Eric Fleming, Dave Willock, Laurie Mitchell, Lisa Davis. Color, USA, 1958
Que el espacio está poblado por monstruos
de ojos saltones y chicas guapas parcamente ataviadas es una verdad
incontrovertible de la que las películas se han cansado de dejar
testimonio. Tanto, por lo menos, como de mostrar que siempre es la monarquía
absoluta el sistema elegido para gobernarse por esta caterva de alienígenas en
braguitas: así quedó patente en Cat
women of the Moon, Missile to the
Moon, Voyage to the Prehistoric
Planet y otros documentales científicos de comprobada solvencia.
Que a la imponente Zsa Zsa Gabor, Miss Hungría 1936, le sobra tronío
para encabezar la lista de Monarcas Siderales, no creo que nadie lo ponga en
cuestión. No lo hizo ninguno de sus nueve maridos -entre los que se encontraban
Jack Ryan, el inventor de la Barbie,
o el gran George Sanders-, ni por supuesto de sus amantes, desde Kemal Ataturk
a Richard Burton, el presidente Nixon o Sean Connery.
Quien lo dude, que vea este clásico de la ciencia ficción de saldo,
descerebrada y multicolor. Es muy parecido a cualquier otro de la serie: astronautas llegan a un planeta habitado por pin-ups en minifalda, combaten
con arácnidos de goma y regresan emparejados a la Tierra, pero la sola
presencia de doña Zsa Zsa ejerciendo como Reina de una estilizada Popilandia
Galáctica le convierte en algo especial. O sea, lo mismo de siempre pero con
más glamour. Lo que en cine como este
no es poco decir...
16 comentarios:
Ooooooh, Abuelo! pero que suculencia de programa doble para sus discípulos! Valerie Leon (mi chica Hammer favorita)! Zsa Zsa Gabor! producción europudding! efectos de risa floja!
El antídoto contra el cotidiano dolor de cabeza de la realidad esa! mil gracias!
Menudo par de piezas, Abuelito! Desde luego prometen lo suyo! Intentaré vermelas. Un abrazo!
Antídoto contra la realidad sí que lo es, señor Rancio. Otra cosa es si algún cenizo cree peor el remedio que la enfermedad...
Ayúdese, Lazoworks, si es su gusto, con cualquier sustancia euforizante, que semejantes testimonios no deben afrontarse a palo seco, a no ser que tenga uno un día de esos de lo más animoso...
La intención de quienes perpretaron semejantes engendros fílmicos se me antoja diferente. Los de la mona sin duda buscaban la parodia de King Kong; no creo que sea casualidad que el nombre elegido para el prota, Ray Fay, se parezca sospechosamente al de la actriz Fay Wray, inolvidable heroína del primer y mejor King Kong de cuantos hubo, hay y habrá. Pero los de la Gabor no pretendían hacer reir ¿o sí?
Siguiendo con lo que dice don Alfonso Montaño, creo que Zsa Zsa Gabor siempre mostró un sentido del humor muy inteligente (desmintiendo el falso tópico de la rubia bonita pero tonta) ;D
Por cierto que lo de Kemal Ataturk y la Gabor me ha dejado a cuadros...
Por alguna extraña razón (o no tan extraña), el argumento me ha recordado al de America 3000. Película ochentera, de ambientación post-apocalíptica y en la Tierra, pero con el mismo argumento y ligereza de ropa.
Yo es que soy más de guaperas ochenteros y señores con tupé. Aunque siempre me he preguntado cómo hacían estas damas para arreglarse así el cabello. Ya me gustaría a mí.
Un saludo, Abuelito.
Yo desde luego me quedo con estas dos monarquías a la que actualmente disfrutamos en nuestra hispania bizarra. Y si encima está la Gabor de por medio, miel sobre hojuelas.
Un abrazo, abuelete!!!
Me ha pillado por sorpresa, Abuelito, me había perdido otras dos impactantes estradas. Creía que había visto la de Zsa Zsa Gabor pero la confundía con otra joya: "Queen of Blood" con Basil Rathbone. He de conseguir ese programa doble como sea. Bienvenido de nuevo. Borgo.
Se me ha adelantado Alfonso Montaño con el comentario de Fay Gray y Ray Fay éso es lo primero que he visto,después el título,no es King Kong si no Queen Kong con lo que el argumento no creo que se escape mucho de lo imaginable.
Con semejante intrascendencia galáctica, don Alfonso, es presumible que sus responsables supieran que si no la carcajada buscada, sí la sonrisa irónica y cómplice iban a encontrar,,, lo cual, con tal de vender, no creo les molestase lo más mínimo...
Mucho de autoparodia hay en sus papeles, don Saturnino, así que en efecto la Gabor no creo fuese la rubia cabeza hueca que a veces jugaba a aparentar...
Un palmarés impresionante el de la antigua Miss Hungría, señor Rancio... porque acostarse con Nixon no se crea que no tiene también su aquel...
Yo de los ochenta, doña Adictive, no me acuerdo, que son tiempos muy recientes y un anciano como yo vive anclado en décadas más pretéritas: consecuencias de la edad, ya sabe...
Si por lo menos en vez de Leticias y Urdangas, don Wolfville, estuviese junto a los borbones doña ZSa Zsa, sería un pequeño consuelo... ahora que como bizarros ya no sé si lo son más aún que los reyes de ficción...
Publicar un comentario