2012-01-02

Piel de Lobo contra los Monstruos

Nuestra apolillada sección CAVERNÍCOLAS ESPAÑOLES se enorgullece en presentar a PIEL DE LOBO 
Nada para empezar el año como una buena ración de escapismo y fantasía, un viaje a mundos harto más acogedores que este.
Rey de los héroes prehistóricos, con permiso de su antecesor Purk, el Hombre de Piedra (quien ya visitara el Desván AQUÍ), Piel de Lobo es hijo de San Manuel Gago y de la fértil y enloquecida imaginación de Juan Antonio Delaiglesia, un novelista, dramaturgo y escritor de cuyo magín salieron algunas de las más memorables páginas del tebeo hispánico de aventuras, esa inacabable fuente de emociones de a peseta que llevo media vida reivindicando frente a una crítica oficial casi siempre ceniza.
No es la Era Prehistórica de Piel de Lobo un mundo al uso: aquí se da cita cuanto pueda ser de interés para el lector, haciéndose alegre menosprecio de verosimilitud y documentación. Y es que una aventura troglodítica sin dinosaurios, mande lo que mande la historia, no es nada.





Y no sólo los Lagartos Terribles habitan el frenético mundo de Piel de Lobo, según cuentan las crónicas editadas en noventa entregas por Maga en 1959: toda mitología, toda criatura extraordinaria, todo cuanto escape a la lógica tiene aquí cabida. Vean sino cómo en sus páginas se encuentran cíclopes homéricos de tranca colosal, hordas de faunos hostiles como los de Arturo Machen, brujas de cuento dispuestas a celebrar caníbales festines, centauros, hombres pétreos, el can Cerbero custodio de los avernos, sapos humanos, sirenas de cola de pez, minotauros, el mismísimo demonio de cuernos y rabo y hasta una dimensión paralela habitada por esfinges y faraones. Un asombroso desfile de prodigios sin parangón en tebeo alguno: nunca una peseta y cincuenta céntimos dieron tanto de sí.   





Es Piel de Lobo una de las cumbres de la historieta fantástica española; nadie ha de dejarse engañar por una realización aparentemente apresurada que sin embargo es capaz de trasmitir casi hasta la vena misma del lector su sentido único del ritmo y la maravilla. Páginas libres, ajenas al prejuicio, frescas como una lechuga después de sus más de cincuenta años: esta es una pequeña muestra, gocen de ella y sueñen, que el onirismo es raíz y razón de ser de este héroe no por olvidado menos inmortal...  

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Abuelito: no seas gacho y pon al menos un número completo, tus nietos te lo agradecerán. Saludos.

corsariosinrostro dijo...

Pues casualmente ando ahora leyendo las aventuras de Piel de lobo alentado por la lectura del libro de Fernando Bernabón.

WOLFVILLE dijo...

Los villanos de este héroe son la releche!! A fe mia que vale la pena leer los cuadernillos solo por tan enormes oponentes. Desde los de cosecha propia a las clásicas lamias, demonios, faunos... ¡¡Madre mia!! Sensacional, es la única palabra que se me ocurre.

Un saludo, Abuelete. ¡Ah! Y le dedico un humilde post en mi blog.

C. Rancio dijo...

¿Es impresión mía o muchos episodios recuerdan a los peplum de la franja lunática, (los Macistes, Hércules y similares) y sus duelos con criaturas mitológicas pero también con vampiros y similares?

Saturnino José dijo...

¿Alguien sabe por qué el formato apaisado? ¿tiene alguna ventaja sobre el vertical? Casi todas las historietas de la época eran en formato apaisado que luego desapareció.

Alfonso Montaño dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alfonso Montaño dijo...

ERNESTO MORENO: Con permiso de nuestro Abuelo y de CORSARIOSINROSTRO he aquí el enlace al magnífico Blog de este último con el libro que él menciona, de Fernando Bernabón, sobre Piel de Lobo: http://corsariosinrostro.blogspot.com/2011/12/piel-de-lobo-cuadernos-de-la-historieta.html
Y otro enlace con la posibilidad de DESCARGA DE LA COLECCIÓN COMPLETA mediante Megaupload:
http://tebeosycomics.blogspot.com/2011/09/piel-de-lobo-1959.html

angeluco10 dijo...

No en vano se llama "fantasía" a este tipo de aventuras porque en él tiene cabida todo cuanto nuestra fantasía alcanza a imaginar y mucho más.

Luis Miguez dijo...

"A merced del Iguanodonte" se viene sintiendo más de una y de uno últimamente, y especialmente en Madrid. En fin, en fin...

El Abuelito dijo...

Don Luis, a lo mejor también la cuadra a la madrileña y querida capital el título del cuento de Marujita del siguiente post, "El país de la Bruja Haraposa"... bien que los harapos hayan tornado en carísimos trajes...

El Abuelito dijo...

Don Ernesto, veo que ese hombra grande que es Alfonso Montaño incluye enlace de descarga gratuita (como debe ser) de cuantos números componen la colección... Me alegro de que hayan llamado su atención...

El Abuelito dijo...

Corsario, hace poco que terminé el libro de Bernabón, muy útil y documentado especialmente en la reivindicable (y desconocida) figura de Jaun Antonio Delaiglesia, un guionista enorme, sin tapujos...

El Abuelito dijo...

Wolfville, los episodios están, no digo más, a la altura colosal y grandiosa de esta recua de villanos... Voy corriendo a visitar su blogo, que hasta ahora no he podido hacerlo...

El Abuelito dijo...

Sr. Rancio, cierta es su apreciación, puesto que Piel de Lobo habita, no yauna fantástica prehistoria como la del Hombre de Piedra y otros paladines acavernícolas, sino el Mundo del Mito directamente.... Mito devenido serie B, como ocurría en las pelis mencionadas, lo que sin duda las emparenta...

El Abuelito dijo...

Fantasía pura y en el más estricto sentido, señor Angeluco... O sea, manjar de primera...

El Abuelito dijo...

Señor Montaño, grande!! A ver si todos hacen lo que deben y se descargan la colección... Menos mal que yo tengo la suerte de poder recurrir al primigenio papel en este caso...

El Abuelito dijo...

Saturnino, el formato paisado lo importamos, allá por 1939-40, de Italia, donde las aventuras de los héroes americanos aparecidos en tiras de prensa aparecían así... Aquí, al ser un editor italiano (Lotario Vecchi, de Hispano Americana de Ediciones) el que publicó los primeros cuadernos de aventuras, tomó como modelo los mismos que en su país publicaba; formato que más tarde fueron adoptando todos los tebeos españoles, hasta 1960 y poco más o menos...