2009-09-14

Teenage Monster

TEENAGE MONSTER
Director: Jacques Marquette. Con Anne Gwyne, Stuart Wade, Gloria Castillo, Charles Courtney. USA, 1958

No son frecuentes, me parece a mí, los monstruos con complejo de Edipo. Ni abundan en este cine de cacharrería que tanto se estima por esta casa, las mamás preocupadas por sus espantosos vástagos. Sólo por esto ya vale la pena destacar este modesto filme, una historia de engendros de tintes freudianos ambientada en un pueblo del Oeste.

Un western-horror de a peseta, género exquisito y poco abundante, cruce de caminos de resultados casi siempre comestibles. Aquí el Far West sustituye a Centroeuropa; en lugar de mazmorras hay pulcras habitaciones; y el científico loco es una madre que custodia en secreto al llamado monstruo, una especie de yeti malencarado que calza botas a lo Frankenstein, a quien regaña sin acritud cuando se le va la mano y se carga algún viandante.




Coinciden, para gozo cinéfago, dos estrellas de la Gloriosa Saga de Miedo de la Universal en sus horas más bajas: el maquillador Jack Pierce y la actriz Anne Gwynne, habitual de la productora en títulos decadentes y venerados: Flash Gordon conquers the universe (1940), Black friday (1940), House of Frankenstein (1944), Weird woman (1944), Dick Tracy meets Gruesome (1947)... Ya ven, la clase de datos apropiados para enloquecer a un die-hard-fan como yo.

Teenage Monster mantiene estrechos puntos de contacto con una película anterior, nada menos que The Mad Monster (1942), que protagonizase el gran George Zucco con Glen Strange haciendo de licántropo. Como aquella, es una historia rural, donde el monstruo es un débil mental, más hirsuto que otra cosa y que comete sus crímenes como quien hace infantil rabieta, guiado su pobre encéfalo por las órdenes de un tercero.



También hay aquí argumento demencial y asumida humildad en sus pretensiones. Por algo sigue paso a paso el esquema de los filmes de mad doctors tan frecuentes en las décadas anteriores.

Y es que todo tiene un agradable sabor anacrónico. Desde el ingenuo maquillaje del señor Pierce -que tal vez diese miedo en los años treinta, pero que en 1958 da más pena que otra cosa-, a la excusa argumental del niño mutado en ser peludo y gigante por el efecto de un meteoro.


Un demente triángulo amoroso se establece entre el barbado engendro cautivo, su mamá a la que adora, y una moza sin escrúpulos que lo engatusa y le utiliza para cumplir sus malvados designios.

Se suceden innumerables secuencias de los gimoteos y gruñidos de la retrasada criatura, enfrentamien---tos entre mujeres -resueltos con la seriedad de cualquier melodrama clásico-, diálogos locos a porrillo y crímenes bien filmados. De sobras para reconocer el oficio -que lo hay- más allá de que su historia no sea apta para ortodoxos. ¡Que se fastidien!

8 comentarios:

Haciendo Amig@s dijo...

Esto, sin verla, suena a alucinante metáfora de la adolescencia contada con tintes tremendistas. El pobre chaval que un día pega un estiró y le salen pelos por todos lados... y acaba siendo el pelele en manos de una peladusca... y su pobre madre, asustada de ver convertido a su adorado retoño en un anormal priápico. Puro costumbrismo.

El Abuelito dijo...

Costumbrismo bizarro, sí señor!

angelpito injurioso dijo...

¿Peludo por culpa de un meteoro?por eso y por la falta de aseo y peluqueria.Que se hubiese largado a una comuna jipi de entonces,que no habria desentonado nada,jeje.

angeluco10 dijo...

Sin duda un argumento delicioso y una buena reflexión del amigo "Haciendo amigos".

Lazoworks dijo...

Ay Abuelito... Como sabe usted ponerme los dientes largos...
Dios sabe lo impactado que me quedé, cuando de niño vi en un telenoticias la aparición de unos niños peludos que denominaron los niños-lobo. Desde entonces siempre he tenido una fijación casi obsesiva con el sindrome de Ambras, los hombres lobo, los yetis y en definitiva, con todo ser peludo que se me cruce por el camino.
Esta película... pues que le voy a decir, ¡¡tengo unas ganas locas de verla!!
Saludos Abuelito!

El Abuelito dijo...

Pues por una vez está usted de suerte, querido Lazoworks: está recién editada en España, creo que por dos casas: www.llamentol.com (sección "Cult monster movies"), y anunciada al menos (yo no la he visto aún) por la gran Atelier 13. Hala, a buscarla.

Fray Guillermo dijo...

Si ya sabía yo que había visto a Chewbacca con anterioridad. Este zagal sería un adonis para mi santa madre, por que según ella, el hombre y el oso, mientras más pelo más hermoso.

Anónimo dijo...

Un placer visitar su desvan abuelo y conocer nuevas maravillas.
A ver para cuando un programa doble,(una de esas sesiones que nos trae y nos describe usted en el cine debajo del desván.un abrazo.Alberto