Director: Frank Strayer. Con Ralph Morgan, Mischa Auer, Pedro de Córdoba, Maxine Doyle. USA, 1935
Da cuenta este filme modesto y errático de la más extraña variación de vampirismo de cuantas han llegado a mis oídos, excluidas, claro está, esas modernas extravagancias de chupasangres lánguidos, guapos y adolescentemente atormentados que poco pueden interesar a quien ya no ha de volver a cumplir los ochenta años. Condemned to live pertenece al territorio de sombra, encanto y prodigio que poco antes iniciara el seminal Drácula, bien que no sea sino pobre explotación, hija de una ignota y paupérrima productora, Invincible Films, de tan optimista nombre como menguado presupuesto.
Vampirismo prenatal, contraído por el pobre Ralph Morgan cuando su madre, llevándole en el vientre, fue mordida en África por un murciélago de goma. Lo conoceremos mucho después, establecido como médico en el pueblo donde se desarrollaba La novia de Frankenstein, alquilado a la Universal junto con el vestuario para el rodaje de este Condemned to live. Paisaje, pues, de piedra, tiniebla y pueblerinos con antorchas, con un vampiro que no está muerto, sino que sufre teleles nocturnos que despiertan su sed de sangre cuando sale la luna llena. Se desahoga dando mordiscos a las mujeres que duermen plácidamente en su lecho, aunque como en las más fuertes resacas por las mañanas no se acuerde de nada.
Vampirismo prenatal, contraído por el pobre Ralph Morgan cuando su madre, llevándole en el vientre, fue mordida en África por un murciélago de goma. Lo conoceremos mucho después, establecido como médico en el pueblo donde se desarrollaba La novia de Frankenstein, alquilado a la Universal junto con el vestuario para el rodaje de este Condemned to live. Paisaje, pues, de piedra, tiniebla y pueblerinos con antorchas, con un vampiro que no está muerto, sino que sufre teleles nocturnos que despiertan su sed de sangre cuando sale la luna llena. Se desahoga dando mordiscos a las mujeres que duermen plácidamente en su lecho, aunque como en las más fuertes resacas por las mañanas no se acuerde de nada.
Casi anciano, el buen doctor mantiene una pasión hoy muy mal vista, pues pretende casarse con su virginal ahijada a despecho de los deseos de ésta, que se inclina por un mozo más de su edad. Personaje no tan prístino como en principio asemeja, Ralph Morgan cuenta además con ayudante jorobado, aficionado a merodear cavernas y tañer colosal campana de iglesia a la manera de Quasimodo. Encarna tan ortodoxo deforme Mischa Auer, un actor de los que se dicen, no sé muy bien por qué, "de carácter", un poco en la línea de ese jovencito, Steve Buscemi, que tanta devoción suscita ahora. Voverá don Mischa por estos pagos, fetiche del cine loco como es.
La historia es lo suficientemente excéntrica como para conservar su interés, lo mismo que el placer asegurado que representa ver en acción tanto a Auer como al gran Ralph Morgan, icono del fantástico más barato a quien ya les presenté AQUÍ. Lástima que una dirección plana impida la creación de la necesaria atmósfera -a lo que tampoco ayuda su rutinaria fotografía- pero qué caramba, es filme de vampiros adustos y venerables, mucho más que suficiente para que merezca ser recibida con indecible alborozo...
9 comentarios:
Pues pinta bien a pesar de todo. Y ese Mischa Auer, me informaré más acerca de él...
Por cierto, una película de vampiros que trata el tema desde un prisma diferente es la exquisita El mundo de los vampiros, supongo que ya la habrá visto. ¡Que gran película mexicana Abuelito! Ese vampiro que controla a sus "batmans" con la música, esa daga que debe ser clavada después de la mordedura para que la víctima se transforme en vampiro... Me encanta!
Un gran filme El mundo de los vampiros, sí señor, sobresalente entre tanto colmillo charro como asomó en la década de los sesenta...
Conocía esta película por los libros de cine fantástico. Hace poco tuve la sorpresa de ver a Mischa Auer en "La pícara molinera" con Carmen Sevilla. Borgo.
¡Mischa Auer con Carmen Sevilla...! Es usted un pozo de sorpresas, don Borgo...
Caray abuelito, esta es una de esas reseñas que sin duda superan en mucho a lo reseñado
...mmm... no quisiera ser yo tan categórico, pero...
"...cuando su madre, llevándole en el vientre, fue mordida en África por un murciélago de goma." ¡Maravilloso! A eso llamo yo escribir. ¡Felicitaciones, Abuelito!
¡Mil gracias, don Vivaldo!
Y una vez más avivando nuestra curiosidad..................
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