Descenso hacia los abismos de la miseria
Burla, engaño, mentira, la inocencia escarnecida
Arrojados a las tinieblas de la calle
La lubricidad nunca satisfecha del poderoso
Pérdida, abandono, desvalimiento
Hoy como ayer...
De rodillas, descalza, expiando faltas ajenas
El hombre como bestia lujuriosa
Otra noche de bodas por los suelos...
Tras el espejismo de felicidad futura, la cruel realidad presente...
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HORROR A LA VUELTA DE LA ESQUINA
Sabrán que nuestro virtuoso nieto don Sap ha emprendido desde su blogo La vida con esta gente la ambiciosa y noble tarea de redactar un folletín como los de antes, destinados a conmover almas tan encallecidas como las suyas. Su bello título es el de "Merceditas, la hija del indiano".
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HORROR A LA VUELTA DE LA ESQUINA
Sabrán que nuestro virtuoso nieto don Sap ha emprendido desde su blogo La vida con esta gente la ambiciosa y noble tarea de redactar un folletín como los de antes, destinados a conmover almas tan encallecidas como las suyas. Su bello título es el de "Merceditas, la hija del indiano".
Aquí traigo yo algunas imágenes procedentes de novelas por entregas de la editorial Castro, aparecidas hacia 1925-27. Pertenecen todas ellas al denostado género lacrimógeno, aquel melodrama desafdorado en que las escenas sensacionales se suceden sin tregua, donde toda calamidad aguarda inexorable a la joven protagonista de turno.
Ya les dije hace tiempo AQUÍ, en la primera de las entradas que el Desván ha dedicado a esta narrativa, que si el héroe cuenta con su fuerza para superar los obstáculos del destino, la mujer opone a éstos su capacidad de sufrimiento. Eso mandan las reglas del romance tradicional.
Relatos estos de un horror por cercano harto más temible que el encarnado por los monstruos y fumanchuses de turno. Cuentos de miedo de hoy, no se dejen engañar por su aspecto, que conciben la vida como un catálogo de tormentos del que no se puede escapar. Caída, abandono, soledad, desvalimiento, el débil aplastado por el fuerte, tal es el destino de los excluidos, cualquiera de nosotros a quien la suerte dé la espalda. Verse inmersos en la sociedad moderna, nada menos, donde existe la certeza de encontrar en el Otro a una bestia depredadora y terrible, siempre dispuesta a despedazarnos...
(Imágenes, en su mayoría, obra del dibujante Alas Pumariño, salvo la primera, de Pérez Durías...)
4 comentarios:
¡Maravillosa colección de imágenes, títulos y ocultas intenciones tras ellos, Abuelito!
¿Cabe imaginarse mejor ocupación que haber sido lector de novelas por entregas y folletines para un público iletrado pero con la mejor disposición para dejarse arrebatar por las emociones?
Muchas gracias por el enlace a mi parodia, Abuelito, de la que hace unos momentos he dado el tercer capítulo a la ciberestampa.
Hola, entré a tu blog por casualidad, me pareció magnífico, excelentes imágenes, no quería salir sin decírtelo.
Aprovecho la oportunidad para invitarte al mío que es de literatura.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Hola el, buen blog y buen post. Usted tiene total bellamente sostuvo, debe presentar su sitio de forma gratuita en este web que realmente ayuda a aumentar su tráfico. u esperanza de tener un día maravilloso y espera de la más nueva entrada. Mantenga blogs!
Querida Lydia: Identifico en ti al espíritu embustero y temible del spam.
Execrada seas en tanto no te redimas.
Así lo sentencia,
El Abuelito
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